Es cierto que los resultados de esta jornada, con los partidos disputados el lunes y el martes, acongojan por la tenacidad con que los rivales del Real Zaragoza se empeñan por eludir el descenso. Salvo el Albacete, que recibió un tiro en su estado de ánimo al dejarse remontar en Girona en el tiempo añadido y que hoy ha perdido en casa nada menos que contra el Castellón y un Óscar Whalley portentoso, el resto ha sacado algún tipo de beneficio. En el caso de Alcorcón, Sabadell y Logroñés, doloroso, porque perdieron sus ventajas en los minutos finales (los riojanos un 0-2).
Es cierto la zona de descenso se sitúa a dos puntos, pero solo será una amenaza si el Real Zaragoza no derrota al Cartagena en otra cita para verla junto al cardiólogo. El conjunto aragonés tiene en sus manos el conseguir la mayor distancia con el descenso en todo lo que va de temporada. Se la otorgaría irse a los 37 puntos, a cinco del Sabadell, que cuenta con 32 y delimita la zona zombie. El triunfo, por lo tanto, adquiere una trascendencia mayúscula, multiplicada además por dejar fuera de combate a los murcianos por lo que se refiere a los enfrentamientos particulares (aquel gol de Azón en la ida).
El máximo alejamiento del Real Zaragoza de los últimos cuatro puestos se produjo a principio de curso. Cuatro puntos tuvo un par de veces. Después comenzó un eslalon a los infiernos hasta que en la jornada 12, tras perder en Castellón, estrenó por primera vez posición de descenso. Tuvo que esperar hasta la 21 para despedirse del pozo, después de ver rodar las cabezas de Baraja e Iván Martínez. Con Juan Ignacio Martínez ya había ganado al Lugo, pero fue el 2-0, de nuevo en casa, frente al Logroñés, el que le dio un salvoconducto de cierta tranquilidad. Una nueva visita al averno con la derrota en Albacete para respirar otra vez al imponerse, cómo no en casa, a la Ponferradina.
Solo hubo un susto tras morder el polvo en el Carlos Tartiere en la jornada 27, pero no ingresó entre los peores por mejor coeficiente general que el Sabadell. Desde entonces. el conjunto de JIM va pegando tirones gracias a su solvencia en el Municipal. Ante el Cartagena y en su fortaleza tendrá la oportunidad de despegarse cinco puntos, una cantidad inédita durante esta campaña y muy jugosa después de tantos sinsabores. Necesita, eso sí, un triunfo.