El 11 de octubre de 1998, La Liga se detenía por los partidos de la selección española valederos para la clasificación de la Eurocopa 2000, pocos días después de que el periodista, Paco Ortiz, la voz radiofónica del equipo aragonés durante años, ejerciera de pregonero en las fiestas del Pilar. En esa fecha se disputó un amistoso singular en La Romareda entre el líder en esos momentos de la Liga española, el Real Zaragoza de Txetxu Rojo (la penúltima que lo fue, la otra data, la última, de la primera jornada del curso 2004-2005) y el líder de la Bundesliga, el Bayern de Múnich de Ottmar Hitzfeld.
Una cita sin internacionales en una noche con la ciudad hirviendo de celebraciones y que deparó una más por inesperada y espectacular. El conjunto aragonés doblegó a los alemanes por 4-0 con goles de José Ignacio, Yordi y un par de Paulo Roberto Jamelli. El brasileño festejó el primero en lo que se ha convertido en una imagen icónica por el contexto en que se produjo: se sacó un cachirulo que llevaba bajo la camiseta, se lo mostró al público como signo de orgullo, intentó atárselo al cuello y finalmente se lo regaló a un joven aficionado.
Estas fueron las alineaciones de aquel encuentro.
Real Zaragoza: Konrad, Belsué, Solana, Gilmar, Aguado, Wooter, Aragón, Yordi, José Ignacio, Radimov y Gustavo López.
Bayern de Múnich: Scheuer, Linke, Johansson, Kuffour, Bentil, Bugera, Zickler, Elber, Effenberg, Basler y Fink.