Carcedo capea el temporal con el paraguas de Torrecilla y Sanllehí

Le torpedearon con discreción sobre su futuro, las quejas de La Romareda y si se siente con el agua al cuello, quizás a dos partidos de ser destituido si en los próximos compromisos contra Racing y Villareal B no gana. No se sale del carril por extenso e insistente que sea el interrogatorio; por preocupante que asome la situación, susceptible de empeorar. Juan Carlos Carcedo es el hombre tranquilo, o eso aparente porque esa es su naturaleza o porque, según dice, cuenta con el crédito de sus superiores. «La confianza con Sanllehí y Torrecilla es total. Hablamos todos los días y esta semana ha sido normal, como todas». Su discurso carece de curvas, de dudas, del mínimo resquicio de nerviosismo en el timbre de voz. «Los profesionales debemos centrarnos en el día a día. Lo importante es que estamos unidos, que estemos juntos, que seamos un equipo y que los futbolistas crean en el cuerpo técnico, algo que palpamos en el trabajo cotidiano. Veo al equipo bien, pero es cierto que necesita el respaldo de las victorias que nos lleve a un estado más favorable, de mayor regularidad». De la trascendencia a nivel general en estos partidos explica que «todos los encuentros son importantes cuando representas al Real Zaragoza».

El estadio, la afición, no es precisamente feliz como dejó de manifiesto tras el empate del domingo frente al Real Oviedo. «Entendemos su decepción. Éramos los primeros que queríamos drales el triunfo. Hemos tenido opciones en estos partidos de conseguir la victoria, y esas victorias te cambian la perspectiva de las cosas», cuenta el técnico riojano. Para que vuelva la comunión entre público y futbolistas es necesario, subraya Carcedo, «un poquito de pausa cuando nos pongamos por delante, en el instante que pide gobernar el juego, de llevar la pelota lado de un lado a otro…». Gueye, que no disputó un solo minuto en la última cita, «tendrá sus minutos en estos dos encuentros», afirma el entrenador, quien también espera dar más cancha a Francés en una semana que, reconoce, exige rotaciones «con gente que aporte frescura y motivación. Físicamente están todos bien y los vamos a necesitar. Percibimos además mucha motivación para Santander. Vamos con humildad pero con ambición». Mientras, el Real Zaragoza se busca en la niebla. «Lo bueno que tenía el equipo era que jugaba de diferentes forma. Pero nos ha faltado templanza, pausa para crear ocasiones. Dentro de nuestro equilibrio debemos añadir la pausa en ataque». Habla Carcedo de números muy favorables en posesión, en porterías a cero, en disparos a puerta, en oportunidades fabricadas… «Merecemos tener más puntos», se lamenta convencido de que de El Sardinero, el conjunto aragonés se vendrá con el triunfo. Si no es así, habrá utilizado su penúltima bala pese a que dibuje un escenario casi idílico con el director general y el deportivo.

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