Zapater recoge el caramelo a la puerta del colegio

A sus 37 años, el corazón de Alberto Zapater evitó el paro cardíaco que se avecinaba en La Romareda, en un Real Zaragoza con tanta llegada como desacierto rematador ante un Villarreal B que fue un caramelo a la puerta de un colegio de principio a fin del partido. El capitán, tras una galopada sin jinete de Larrazabal y la asistencia de Azón tras recibir del vasco y en la única decisión buena del punta en su nefasta participación que acabó con lesión en el isquio (baja para varias semanas), apareció en el minuto 93 para sumar tres puntos que permiten al conjunto aragonés salir del túnel futbolístico sin luz alguna en su juego y a Juan Carlos Carcedo continuar en un banquillo que le quemaba y le quema (la grada pidió su cese antes, durante y después). Porque el triunfo, que tiene el valor sentimental del autor del gol de la catarsis y el del debut de Luna, fue el resultado de un ejercicio previo gobernado por el caos donde tan sólo Jaume Grau puso calma, inteligencia y el tanto que inauguraba el marcador.

Si se quiere se puede señalar a Zapater como héroe, lo que es una gran y merecido halago para el centrocampista por su perseverancia y la fe que le mantienen aún en activo pese a ser el octavo pasajero de la medular, pero al mismo tiempo explica con meridiana claridad en qué punto está el Real Zaragoza que tiene que recurrir a un veterano sin minutos para derrotar a un enemigo que le allanó el camino todo lo que pudo. El Villarreal B se comportó como un filial acobardado para atacar y arrogante en defensa, donde consintió todo un rosario de pérdidas no forzadas. El conjunto aragonés entró a lo bruto en la guardería, pero la ansiedad como consecuencia de las facilidades le consumió en los últimos metros. En ese asedio, Gueye, que debutaba en la titularidad y disparó con la cabeza al palo de Jorgesen, dejó el sello de un delantero de torpezas del mismo tamaño que su cuerpo de gigante de feria. El senegalés va a dar muy poco porque es un rematador sin más argumento que el físico, un animal para, quizás, un fútbol de otra época remota.

Los castellonenses mezclaron de horror su esencia de cantera con la interpretación de los momentos. Una cosa es querer ser fino en el arranque de la jugada y otra bien distinta repetir entregas a la mínima presión del Real Zaragoza, muy cómodo con esa propuesta ingenua y de máximos riesgos. El balón se paseó cerca de Jorgesen en varias ocasiones, pero apenas tuvo que intervenir salvo en un cabezazo sin ángulo de Puche, que compensó su falta de inspiración con la pelota con un derroche encomiable para buscar soluciones sencillas. Es decir, peleó como un jabato en su segunda aparición en el once para ser de lo mejor en otro encuentro terrorífico. Ni Bermejo, ni Vada, ni de nuevo un Manu Molina traslúcido para él y para sus compañeros escribieron un solo capítulo que rememorar en una parcela, la medular, en la que Grau les sacó varias cabezas con sentido vertical y abarcando campo en la recuperación.

El valenciano no pudo evitar la aceleración de sus compañeros frente a un Villarreal B dispuesto a perder pro lo civil o por lo criminal. Lo que sí hizo fue inyectar un sedante antes del descanso con un gol de segunda línea atacando el área pequeña con su pierna de apoyo, la derecha, mientas Mbacke sacaba fotos a las margaritas a su lado. Grau, por fin, hizo fácil lo fácil y todos corrieron a abrazar a Carcedo como si quisieran que le hagan un contrato vitalicio, par demostrar que son un equipo que no lo son ni por lo más remoto. La afición se lo recordó con quejas constantes a su horizontalidad permanente y su desembarco desorganizado en la orilla de tres cuartos. Así, en la segunda parte, Miguel Álvarez Jurado, el técnico del minisubmarino, hizo tres cambios que sin cambiar grandes cosas dibujaron un escenario de sufrimiento para los locales. Pachecho, Tasende y sobre todo Hassan subieron un poco el color del Villarreal B hasta obligar a Cristian a tirar de su tradicional milagrero en dos ocasiones a disparos de Del Moral.

No se veía venir, pero vino. Gabi Fuentes, con Hassan buscándole las cosquillas en una tarde terrible del lateral, transformó varias veces su carretera comarcal en una autopista y por uno de los peajes se coló Leal, el lateral derecho, para colgar un centro sobre Tasende, el izquierdo. El zurdó, con la derecha, empaló a la red de Cristian con la defensa zaragocista desgarrada a sus espaldas. Se iba el encuentro hacia el empate, el incendio de La Romareda, la destitución de Carcedo y el ingreso en la zona de descenso. Entonces se produjo la triangulación entre Larrazabal, Azón y Zapater, los tres procedentes del banquillo, y ese gol todo corazón del capitán, que enloqueció con la grada. Fue preciosa la culminación, pero sin poder despejar lo espantoso del resto de un partido que no despeja la certeza de que este Real Zaragoza, aun sumando tres puntos, volvió a restar. Como compensación degusta el caramelo que le regaló el Villarreal B.

Real Zaragoza: Cristian Álvarez; Fran Gámez (Luna, m.86), Francés, Lluís López; Manu Molina, Jaume Grau (Zapater, m.86); Bermejo, Vada (Larra, m.62), Puche (Mollejo, m.75); y Gueye (Azón, m.62).

Villarreal B: Jorgensen; Leal, Dela, Mbacke, Romero (Haissem, m.46); Carlo, Del Moral, Rodri (Pacheco, m.46); Collado (Tasende, m.46), Fer Niño (Ontiveros, m.83) y Ojeda (Forés, m.72).

Goles: 1-0. M.45+1. Jaume Grau; 1-1. M.74. Tasende; 2-1. M.93. Zapater.

Árbitro: Cordero Vega (Comité de Cantabria). Amonestó con tarjeta amarilla a Lluís López, Vada, Zapater y Puche, del conjunto zaragocista, y a Mbacke y Jorgensen, del visitante.

Incidencias: Partido correspondiente a la jornada undécima de Liga disputado en el estadio de La Romareda de Zaragoza ante 17.447 espectadores.

One comment on “Zapater recoge el caramelo a la puerta del colegio

  • federico , Direct link to comment

    Aunque me alegro mucho por el gol y por quién lo marcó, hubiera preferido el empate. Espero que no lamentemos esta victoria, pues lo único que hace es alargar una situación enquistada.

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *