España se despide del Mundial en octavos de final después de después de que Marruecos la condujera hasta la tanda de penaltis, donde el exzaragocista Bono detuvo los lanzamientos de Soler y Busquets después de que Sarabia enviará el suyo al poste. Achraf hizo su trabajo a lo Panenka en la última bala y metió a los suyos en cuartos por primera vez en la historia. La selección de Luis Enrique se despide de la cita con un solo triunfo, el del 7-0 frente a Costa Rica, un empate con Alemania y las derrotas ante Japón y los Leones del Atlas en una eliminatoria que su rival llevó al terreno que más le convenía. El partido, pese al dominio de la Roja, se disputó casi siempre donde propuso un enemigo atrincherado en su propio campo, sincronizado para defender y destruir y con el único objetivo ofensivo de la habilidad de Ziyech o Boufal o la caña de En-Nesyri.
La selección no consiguió poner a prueba a Bono hasta el minuto 55 con un disparo de Olmo, lo que reflejaba las dificultades para hallar una sola fisura en la muralla montada por Regragui. Luis Enrique activó a su equipo con la entrada de Nico Williams, el único capaz de abrir la puerta de Marruecos sin que sus centros encontraran rematadores, y añadió gente rápida con Ansu Fati y Balde. Pero el encuentro se deslizó hacia una prórroga que parecía inevitable y en la que Cheddira tuvo una gran oportunidad abortada por el pie de Unai en el minuto 104. Marruecos se felicitó cuando sonó la campana que anunciaba el final de la prórroga y el principio de su gran oportunidad de superar a España tras 120 minutos de resistencia. A la hora de la verdad, las manos de Bono se hicieron fuerte y las piernas de Sarabia, Soler y Busquets temblaron. De poco sirvió que Unai detuviera el tiro de Benoun. Achraf marcó y expulsó a España de Qatar sin más honor que la paliza folclórica a Costa Rica.