No hay que perdonarles nada y exigirles como al resto, para eso son profesionales. La crítica, como antes el elogio, ha de caer lo más constructiva posible sobre sus aún incipientes carreras en un mundo de apariencia idílica por el estatus que ocupan en la sociedad, pero cuyas colmillos de color de rosa también se alimentan de seres humanos y sus recovecos. La euforia y la decepción; el éxito y el fracaso; el entusiasmo y la depresión conviven en un estrecho habitáculo donde el tiempo viaja a velocidades superiores a las del resto de los mortales. Los futbolistas de élite, además de saber jugar han de aprender a gestionar las emociones en los diferentes escenarios que se les presentan, en un juicio semanal frente a miles de aficionados que de un segundo a otro saltan de enfervorizados abogados defensores a inflexibles fiscales, con los medios de comunicación urgidos por un titular de gran cuerpo y sonoridad.
Francés y Francho, sobre todo el central tras su serie de errores deportivos y de comportamiento este lunes en Butarque, han comenzado a sentir esta temporada cómo se enfría y en ocasiones congela el calor con el que fueron recibidos hace tres temporadas. Azón, aún resguardo por la lesión que le ha impedido participar apenas seis partidos, no ha escuchado murmullos sobre su figura, aunque conoce muy bien ese sonido. La últimos hijos de la cantera han dejado de enamorar porque el equipo se hace cada día más odioso. Para intentar comprender el porqué Francés ya no es ese autoritario rompeolas que frenaba a delanteros de diferentes alturas, Francho se ha alejado del todocampista omnipresente y Azón no termina de recuperarse de sus molestias o adherencias, es necesario indagar en el pasado muy reciente.
En plena adolescencia, este trío fue reclutado para una guerra sin cuartel. El Real Zaragoza se encaminaba al descenso y se les entregó un fusil casi imberbes de experiencia. Sus respuestas resultaron magníficas por actitud, compromiso y valentía. Sin duda se convirtieron en los principales artífices de la permanencia junto a Juan Ignacio Martínez y Cristian. En su segundo curso, el examen no fue menor, y de nuevo aceptaron el reto de la salvación como piezas fundamentales. Esos méritos condujeron a que la nueva propiedad les reconociera como integrantes de la nueva plantilla en doral y nóminas y como bandera de su proyecto. Siempre estuvieron en el foco de la agonía y de repente se les pidió que exhibieran galones en el frente.
En este dulce y atractiva aventura en cuanto el reconocimiento de los jugadores de la casa por su incuestionable valía, todos perdimos un poco el norte. En ese ecosistema bélico recibieron alabanzas y fueron ascendidos a los altares sin hacerse la correspondiente distinción entre una situación concreta y la dimensión auténtica de su futuro. Raúl Sanllehí y Jorge Mas sobrecargaron aún más, en representación del fondo de inversión, la responsabilidad que recaía sobre ellos: eran los elegidos para lo gloria, el planeta alrededor del que iba a orbitar el proyecto. Las brújulas de unos por la necesidad investir héroes en tiempos de hambruna y las otros en su plan de distracción se volvieron locas por completo
Francés, Francho y Azón son tres grandes jugadores todavía en crecimiento y que para continuar madurando pedían a su lado a un buen número de compañeros capaces de dar un pase en condiciones, un grupo que, por una vez, les sirviera de guía y no al contrario. En lugar de protegerles, de nuevo se les ha arrojado a un tercer campo de batalla. Ni están en la edad para ser magníficos ni lo son pese a que acumulen un buen puñado de cicatrices, las que ahora se les están abriendo como consecuencia del brutal desgaste al que se han sometido. Dudan, fallan, se equivocan y nos parece incomprensible y nos irrita. Son chicos muy cualificados para triunfar en este oficio, pero nunca fueron dioses. No les crucifiquemos porque no puedan obrar un tercer milagro.
Esto es INCREIBLE , querer darle la responsabilidad a tres canteranos imberbes sin experiencias de la situación actual del REAL ZARAGOZA , es poner sobre los pies de los caballos a la cantera, porque los FRANCES, FRANCHO y AZON , no son ni muchos menos los culpables y porque no decir las cosas claras y señalar a los actuales dirigentes que se han equivocado en los fichajes, un tal PAPE un delantero que no lo marca un gol a un arco iris, que es el que más cobra de la plantilla unos 700.000 euros, un QUINTEROS que solo ha jugado unos minutos, un entrenador que no dio con la tecla Carcedo, un Manu que no da con la tecla de organizador en el centro del campo y no responsabilidad, a los CANTERANOS , cuando siempre y en otras temporadas han sacado de las castañas del fuego la mala dirección de la planificación de la plantilla por favor un poco de cordura y responsabilidades para la CANTERA y los CANTERANOS las mínimas.