El Real Zaragoza ha sumado el 39% de los puntos en juego en la primera vuelta, es decir 25, una cifra que de repetirla en la segunda ronda sería suficiente para certificar la permanencia. Si su objetivo más optimista fuera subirse al vagón del playoff, debería de recolectar el 50% para contar con 67, guarismo aproximado que daría derecho a meterse entre los seis primeros. Ahora mismo, con el rendimiento del equipo y la plantilla de que dispone como factores evaluables antes de que se produzca alguna novedad en el mercado de invierno, el conjunto de Fran Escribá va encaminado a otra temporada de supervivencia en la categoría, la undécima consecutiva.
Será muy complicado que por la ventana de enero entren futbolistas tan diferenciales como para cambiar el rumbo por completo. Si acaso para corregir algunos aspectos que permitan afrontar el resto del curso sin las últimas y habituales agonías. A la espera de novedades y de una cirugía en profundidad dentro del vestuario, algo muy improbable, sí es cierto que la tendencia del Real Zaragoza en las segundas vueltas de este largo pasaje por la categoría es al alza o muy próxima a igualar las cifras. En cinco de las nueve temporadas ha mejorado la primera cosecha, y en dos no ha conseguido igualarla por un solo punto.
La respuestas más positivas una vez reanudada la competición tras el descanso navideño se produjeron en las campañas 15-16 (33 por 31), 17-18 (47 por 34), 18-19 (29 por 22), 20-21 (30 por 20) y 21-22 (30 por 26). Las mas parejas se dieron en los ejercicios 14-15 (31 por 30) y 19-20 (32 por 33). En dos ocasiones estuvo por debajo de lo logrado en las primeras 21 jornadas: 13-14 (32 por 24) y 16-17 (23 por 27). La reacción más espectacular data del año de Natxo González, cuando el Real Zaragoza arrancó con 24 puntos, a tres del descenso, y acabó tercero con 71. Hace un par de temporadas se obró el milagro de Juan Ignacio Martínez. Con 20 puntos y a uno del descenso se alcanzó la salvación con 50.