César Alierta, máximo accionista del Real Zaragoza, ha comentado hoy en sus círculos más íntimos que el cambio accionarial es un hecho y que ya ha resuelto todo a nivel personal para que produzca. Hace una semanas adelantó que esa mudanza de propiedad se produciría en breve, pero las constantes demoras en la negociación con Spain Football Capital, sociedad presentada como mejor opción por Fernando de Yarza, han impedido que se produzca todavía el acuerdo definitivo. Según ha podido saber Príncipes de París, el expresidente de Telefónica, interrogado sobre la cuestión que mantiene en vilo a la afición y empantanado al club en el área deportiva hasta que no se ejecute la firma, se ha mostrado tajante en cuanto a que la entidad cambiará de manos con absoluta seguridad, pero no especificó el origen de la nueva propiedad ni quiso entrar en más detalles de la operación.
La sociedad representada por los hijos de Cándido y el abogado Kiko Rodríguez podría haberse descabalgado ante la imposibilidad de avalar la magnitud financiera que supone comprar el Real Zaragoza y asumir sus deudas y todo el capital que se exige para satisfacer a los accionistas. La segunda vía, mucho más modesta pero más realista en sus pretensiones inversoras y con la que Alierta tendría mayor proximidad, parece que se postula como opción definitiva para hacerse con la mayoría de los títulos sin considerar las peticiones del resto de los accionistas. Afrontaría los pagos inminentes –incluida una nómina de junio aún sin pagar a los empleados– y asumiría una política deportiva conservadora con un límite salarial inferior al de la temporada pasada que, seguramente, obligaría vender además de a Narváez a alguno de los canteranos con mejor cartel en el mercado.
Pues a lo mejor esta es la vía más sensata y razonable, por duro que sea. Porque la vía de los Yarza…Veremos