Alierta y el templo de Jerusalén

La Liga de Fútbol Profesional ha puesto en conocimiento de la propiedad del Real Zaragoza que hay un grupo interesado en el club aragonés, pero por el momento no existe oferta alguna de compra sobre la mesa. La LFP simplemente ha hecho de puente informativo sin que le consten detalles de la propuesta de una segunda vía a la que le faltaría músculo económico para afrontar la delicada situación financiera del club, estrangulada por los diferentes pagos que se le vienen encima.

Los hermanos Álvarez del Campo y el abogado Francisco Domínguez, como testaferros de un grupo inversor mexicano que también es dueño de un club en su país, siguen a la cabeza de la carrera por hacerse con la mayoría accionarial después de meses de negociaciones. La decisión final, que no tardará en darse a conocer, está en manos de César Alierta, quien controla el 51,56% junto a sobrino Fernando Sainz de Varanda. La familia Yarza intenta que se cierre cuanto antes la opción centroamericana, una operación que anuncia una multimillonaria inyección de capital, promesa sobre la que el expresidente de Telefónica mantiene sus reservas.

Las máximas urgencias, entre ellas la imposibilidad de hacer frente a los 480.000 euros a Hacienda que se han de pagar antes del día 20, dan casi toda la ventaja en la compraventa a Spain Football Capital, la sociedad exprés de los hermanos Álvarez, quien podría estar jugando sus bazas a la baja amparada en el conocimiento de las necesidades acuciantes del club. Alierta medita si desprenderse de sus acciones a cualquier precio y Yarza presiona con sus medios para acelerar el cambio accionarial. Mientras, la imagen que se está ofreciendo de cara al exterior es una batalla de mercaderes en el templo de Jerusalén.

02 comments on “Alierta y el templo de Jerusalén

  • federico , Direct link to comment

    Vuelvo a repetirlo. Esto no se salva más que haciendo entre todos los aficionados una colecta para pagar directamente las deudas del club a los acreedores; pero, también, hay que reconocer que no sé hasta qué punto la propiedad se sentiría vinculada a reconocer que no serían plenamente dueños del club.
    Esta misma propuesta la envié al club y aún espero respuesta, siquiera de cortesía.

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