La plantilla vuelve mañana al trabajo con tan sólo dos fichajes oficiales, sin ninguna salida resuelta y un ambiente enrarecido y turbio que se intenta maquillar con postizos gestos de normalidad
Mañana comienza una pretemporada muy extraña. Los jugadores pasarán el reconocimiento médico sin que gran parte de ellos, al menos 17 de los 25 citados de la primera plantilla (Borge sigue en la enfermería), sepa en qué condiciones o equipo empezará el curso y con tan sólo dos fichajes oficiales, Soberón y Femenías, y otros dos, Gori Gracia y Tasende, que aparecerán durante la semana. Hace un año, Juan Carlos Cordero ya había conseguido a Bakis, Mesa, Lecoeuche y Toni Moya, y se había desprendido de Larrazábal, Vada, Vigaray y Quinteros. El ritmo de operaciones en estas fechas elevó al director deportivo a categoría de chamán de las negociaciones. Hoy, el ejecutivo se mueve sobre el alambre por el pésimo resultado que dio aquel trabajo y por la sociedad antinatura que forma con Víctor Fernández en otra nueva y total reconstrucción que, en teoría, tiene al entrenador como patrón de las principales decisiones. El desconocimiento del mercado del técnico y sus apuestas imposibles ya que la propiedad le ha entregado la batuta pero demasiado fina económicamente han derivado en una situación muy distinta a sus pretensiones. El ambiente está enrarecido porque se generó una atmósfera cargada de ilusión con el entrenador como eje de un proyecto de altura y, por ahora, sólo ha habido intentos de maquillar la incertidumbre y los silencios con gestos demasiados postizos como la fotografía de la última reunión en Madrid, una instantánea donde Jorge Mas aparecía por primera vez junto a Víctor Fernández, escoltado por Cordero, Fernando López, el director general, y Mariano Aguilar, el hombre de confianza de Gil Marín y en realidad la mano fuerte que mece la cuna deportiva del club.
De ese cónclave no salió una sola manifestación. De ninguno de los asistentes. Si este lunes tampoco se produjera un rueda de prensa del director deportivo para explicar la hoja de ruta cierta y no ficticia para la próxima campaña, las dudas, ya de por sí numerosas, se multiplicarían. Resta poco más de un mes para el inicio de la Liga, el 16 de agosto en el caso del Real Zaragoza, y tres semanas más para que se cierre el mercado. No se cuenta con Bakis, Rebollo, Lecoeuche, Jair, Grau, Poussin, Bermejo, Enrich y Sabin Merino, todos con contrato en vigor y a los que habrá que indemnizar o compartir ficha con los equipos que soliciten su préstamo. Tampoco se quiere a Cristian Álvarez, pero el portero ya ha comunicado que piensa seguir en la plantilla, ni a Baselga y Naranjo ( ya rescindido), mientras que Luna volverá a ser cedido y Carbonell continuará otro ejercicio en el Ejea. Alejandro Francés espera para conocer su destino a Primera, Mesa se irá al Tenerife y Nieto y Borge ahn sufrido lesiones de largo recorrido que seguramente condicionarán su futuro. Todo está en un aire muy viciado por el desgaste financiero que supondrá hacer hueco para otros futbolistas aunque un considerable porcentaje lleguen a coste cero. El resto de los clubes tampoco han movido ficha aún, pero el Real Zaragoza emite señales de un tremendo caos, con más movimientos en las parcelas administrativas y médica (nuevo director general, nuevo secretario técnico, nuevos fisioterapeutas) que en el vestuario, donde Azón, Francho y Aguado siguen a la espera de una llamada para saber en qué condiciones se les quiere renovar sus contratos que finalizan en 2025.
La presentación de la camiseta, los diferentes shows montados alrededor del derribo del Fondo Sur, la entrevista de Alberto Zapater con Fernando López (coincidieron en el Atlético Ottawa) sin que el dirigente haya sido presentado pero con la lección del ascenso bien aprendida en su discurso enlatado, y, por su puesto, esa instantánea de familia en la capital de España utilizada como mensaje de normalidad, concordia y confianza no han conseguido enmascarar un clima de tensiones soterradas. La afición, buena parte de ella, mantiene la esperanza de que todo se acelere, de que Víctor Fernández haga valer su aura para configurar un equipo que vaya directo a la élite después de doce temporadas consecutivas fuera del paraíso. En Segunda no se estilan las figuras sino los bloques compactos y de máximo rigor defensivo, que suelen ser caros por muy gris que resulte su fútbol. El Real Zaragoza partirá con muchas desventajas, entre ellas la de tesorería pese a que su limite salarial aumente, y las negativas que está recibiendo en las diferentes tomas de contacto con profesionales que no consideran atractivo jugar en La Romareda, con un técnico cuyo encanto se reduce al entorno donde hace mucho fue campeón. La pretemporada echa a andar este lunes con siete jugadores del filial Juan Sebastián, Pau Sans, Alberto Vaquero, Lucas Terrer, Marcos Cuenca y Hugo Barrachina, y claros síntomas de cojera. Con una ilusión fantasma condenada a vagar por el intervencionismo del Atlético de Madrid, que será el que decida su destino.
(El equipo se concentrará en San Pedro del Pinatar del 28 de julio al 3 de agosto y tiene programados tres amistosos contra el Tarazona, el miércoles 24 de julio, frente al Calahorra, el sábado 27, y ante el Elche, el sábado 3 de agosto).
Foto Real Zaragoza
. VF no empezará la temporada.
. Cordero será echado también antes del fin de mercado.
. Entrenará algún retal de los dueños de la capital.
. No habrá dirección deportiva pero la ejercerá aquél que viene enviado del equipo casposo a fin de que quede claro, empezando por los listos de «ricos» del pueblo, quién manda tras tener ya enchufado al director general.
. Se vampirizará la cantera, ésta implosionará.
. La liga será un CAOS.
. A segunda B, el campo medio derruido y las obras no empezarán.
. Recogerán bártulos y se les quedará cara de….
. Fin de la historia.
Confío en que las Profecías de Nostredamus no se cumplan.
A partir aproximadamente la jornada decimosegunda podremos hacernos una idea de las hechuras del equipo. La temporada pasado para algunos, entre los que me encuentro, ya vaticinamos, por la forma de jugar del equipo, que lo de los 15 de 5 era absolutamente engañoso y que se aproximaba el naufragio que comenzó en Ferrol.
Paciencia y mesura, por favor.
Pues hablar de ambiente extraño y enrarecido cuando la prensa no puede asistir a los entrenamientos, solo puede tener origen en las filtraciones desde dentro. Y si pensamos que desde ahí, – en la parte deportiva -, la mayoría se les ha mostrado la puerta de salida, pues evidentemente la información que sale está viciada. Y si es el entorno no deportivo, ya hay que creer o confiar en el criterio del Sr Hernández.
Pero con mi nula confianza en el entrenador actual, poca sorpresa me produce leer su artículo. Lo peor es que ésta forma de trabajar ha llegado para quedarse, aquí y en toda segunda división.
Por mi parte, absoluta desconfianza en el entramado empresarial actual. Equipo de segunda y gracias.