Las ruedas de prensa de Juan Carlos Carcedo parecen calcadas. Incluso en una jornada como hoy donde podía hacer una valoración aunque fuera superficial del recién cerrado mercado estival que le ha dejado un equipo cuyo margen de mejora es una auténtica incógnita después de tres partidos sin ganar ni marcar. El técnico surfea entre los tópicos y envía mensajes que aclaran poco su opinión al respecto de cómo queda la plantilla y sobre si espera que la ficha que falta por completar corresponda a un extremo. «Estoy contento con la plantilla que tenemos, aunque la dirección deportiva sigue trabajando. Con este grupo tenemos posibilidades para competir», comenta el entrenador, quien apunta que en la delantera, con Makhtar Gueye y en cuanto se recupere Iván Azón, –con quien «los plazos se van acortando»–, «estamos bien conformados y disponemos de alternativas». Del futbolista que necesita el grupo para conseguir aumentar el caudal ofensivo por fuera, cree que dispone de material suficiente con Mollejo, Puche, Gabi Fuentes.. Hay diversidad de sistemas, la cuestión es que compitamos».
Tampoco especificó si las tres nuevas adquisiciones entrarán en la citación para enfrentarse al Lugo mañana en La Romaerda, aunque si hay uno que cuenta con más opciones ese es el punta senegalés. Estamos valorando su condición física porque alguno viene de un largo viaje. Miraremos cómo se encentra, les pediremos información y a partir de ahí decidiremos quien tiene posibilidades de entrar en convocatoria para que puedan ayudarnos». Podrá contar con Vada después de la elongación que sufrió el argentino pero no con Grau después de que el Comité de Competición desestimará las alegaciones del club por las dos tarjetas que recibió en Cartagonova y que le costaron la expulsión. Carcedo considera que esa baja es importante pero la suaviza, como es habitual cuando hay una ausencia por el motivo que sea. «Lo bueno de tener una plantilla amplia y un centro del campo nutrido es cualquier jugador que salga lo pueden hacer bien».
No se vence, no se ve puerta, apenas se generan oportunidades aunque en este sentido el entrenador discrepe. Dos puntos de nueve no es motivo, según el técnico, para sentir presión alguna. «Hemos hecho buenos partidos aunque no hayamos sumado tres puntos. Estamos deseando darle un triunfo a la afición, de la que esperamos nos lleve en volandas, y que se vayan contentos a casa. En cuanto a los pocos goles, no me preocupa porque hemos tenido ocasiones para marcar y ganar alguno de los encuentros. Nos falta algo de eficacia. Esperemos que lleguen ante el Lugo si bien debemos ser pacientes y mantener la solidez defensiva». Confía en que mañana «podemos llevar la iniciativa como solemos hacer, aunque sin prisas porque el Lugo es un equipo que trabaja muy bien el bloque bajo y que posee una buena salida a la contra además de dominar muy bien el juego aéreo».
«Lo peor esta por venir» (menuda banda de facinerosos que maneja Aragón y el Saragosa desde hace más de una década). Al tiempo.