Los movimientos en el Real Zaragoza se suceden con vértigo tras acabar su su participación, una temporada más y por noveno año consecutivo, en Segunda. La confirmación por parte del club de que Juan Ignacio Martínez no seguirá en el banquillo, su despedida por medio de una emotiva carta, la negativa de Vicente Moreno a la oferta para ser su su sustituto y la ronda de contactos con técnicos como Jémez y Bolo aceleran el pulso de un equipo que se agita entre negociaciones de salidas y entradas. Otra de las noticias del día ha sido el regreso de Clemente a la disciplina del conjunto aragonés al renunciar la Real Sociedad a la opción de compra a coste cero que estableció en su cesión. El futbolista, que firmó una renovación hasta el 2024 antes de partir hacia San Sebastián, vuelve a una plantilla con 31 futbolistas con contrato en vigor en la que tendrá complicado hacerse un hueco, con tres centrales por delante, Francés, Jair y Lluís López, y un dirección deportiva que no parece dispuesta a otorgarle la confianza que ya le retiró el pasado mes de enero.
Por otra parte Íñigo Eguaras dejará en caja 600.000 euros por el acuerdo que alcanzaron Almería y Real Zaragoza para el traspaso del centrocampista, un pacto condicionado al ascenso a Primera del equipo de Rubi y que en principio se quiso elevar, sin conseguirlo, a 900.000 por parte de la entidad aragonesa. El regreso del conjunto andaluz a la élite activa esa cláusula por un futbolista que salió del equipo aragonés cuando era uno de los que más había participado. Su desencuentros con JIM y con Miguel Torrecilla, quien llegó a cuestionar su actitud en el vestuario y que sus mejores tiempos ya habían pasado, ha sido titular en seis de los 14 partidos en los que ha participado con el cuadro indálico.