La victoria contra el Las Palmas liberó al Real Zaragoza de los fantasmas clasificatorios, pero no de los que atormentan su juego sin relieve. Visita El Molinón (16.00) acunado por la paz de ese triunfo que, sin embargo, le exige todavía seguir sumando lo antes posible pese a que mantenga una distancia respetable con la zona de descenso después de que este sábado el Mirandés le haya superado al derrotar al Tenerife (2-1) y la Real Sociedad B se haya impuesto al Oviedo el Carlos Tartiere (0-1) para alcanzar 26 puntos y empatar con el Fuenlabrada y el Amorebieta. Los madrileños perdieron en Almería (3-1) y los vascos se enfrentan al Valladolid en Pucela. Lo más probable es que el conjunto aragonés, como mínimo, conserve siete puntos de ventaja en la lucha por la salvación, aunque si doblega al Sporting se situará en una tesitura inmejorable para despejar el horizonte de preocupaciones. El encuentro ofrece suculentos beneficios que no desde pasar por alto porque la próxima semana recibirá al Almería en La Romareda y podría hacerlo sin volver a episodios de ansiedad ya experimentados antes de que Álvaro hiciera el 2-1, justo después de que Hernani perdonara el 1-2 para los canarios hace tan sólo una semana.
Por 29ª jornada consecutiva, es decir toda la temporada, Juan Ignacio Martínez no repetirá alineación. En esta ocasión tiene la coartada de las bajas de Francés y Petrovic, de sus dos brazos armados en defensa y en el centro del campo. No son ausencias sencillas de cubrir. Lluís López, un futbolista con bastantes más sombras que luces de concentración, se examinará de nuevo junto a Jair. JIM agigantó su confianza en el jugador porque es su trabajo y porque no tiene otra opción, a la espera de que el manresano dé la talla y se muestre contundente contra la amenaza de Uros Djurdjevic, una piraña insaciable e intensa en ataque. En la medular, posiblemente formando en un doble pivote, Francho regresará a la titularidad para asociarse con Grau. Nada que ver con Petrovic, la columna sobre la que el entrenador maquina su estrategia. La pareja, al menos uno de ellos, tendrá que contenerse para proporcionar poso y un latido acompasado. El corazón del conservador método del técnico alicantino queda así en manos de la respuesta de estos tres jugadores, Lluís López, Francho y Grau, sin más cambios en la arquitectura de una alineación que tendrá en Eugeni al encargado del balón parado y los detalles creativos hasta donde le permita el físico.
Sabin Merino volverá a ser la referencia ofensiva. Se esperan y se necesitan los goles de un delantero de desgaste. El vizcaíno no es un bombardero y menos en solitario, pero de su eficacia depende el Real Zaragoza para sacar algo positivo en Gijón. Álvaro Giménez acudió al rescate ante el Las Palmas, algo que será imposible en esta oportunidad porque se ha quedado en Zaragoza al igual que un Nano Mesa cuya musculatura sufre más de la cuenta. Por detrás de Sabin en caso de relevo estarán Azón y Puche, y en el campo Juanjo Narváez, quien sufre de amnesia goleadora desde hace cuatro meses. El colombiano ha subido algo su tono de participación, sobre todo para forzar faltas, sin encontrar portería ni por lo más remoto. Con este armamento saldrá el conjunto aragonés en El Molinón, donde se estrena en el banquillo Pep Martí para frenar la caída del Sporting que aspiraba al playoff y hoy pelea con el Real Zaragoza por no despeñarse. El partido prohíbe un segundo de calma, con tres puntos de oro en el tablero para dejar de mirar de reojo por el retrovisor.