El Real Zaragoza intentará evitar frente al Andorra una derrota que supondría sus peores números en las dos primeras jornadas desde que descendió
En Anoeta, el conjunto aragonés sumó la segunda derrota en la primera jornada de las doce temporadas consecutivas que lleva en esta categoría. La otra había sucedido en el curso 2017-2018 en Tenerife, donde cayó por el mismo resultado (1-0). El sábado (21.30) recibirá a otro recién ascendido, el Andorra, en el bautizo oficial del Ibercaja Estadio. Buscará la victoria ante su afición, pero también evitar irse de vacío, lo que le convertiría en el único equipo de esta etapa maldita que acaba sin puntos el segundo encuentro del campeonato. En dos ocasiones logró uno, en los ejercicios 2021-2022 y en el 2017-2018, y dos en los 2022-2023, 2014-2015 y 2013-2014. Cuatro unidades consiguió en las campañas 2020-2021, 2019-2020, 2018-2019, 2016-2017 y 2015-2016, e hizo pleno de triunfos en las dos últimos cursos 2023-2024, al imponerse al Villarreal B (2-0) y al Valladolid (1-0), y en el 2024-2025, ganando al Cádiz (0-4) y el Cartagena (1-2).
En el caso de perder con el conjunto del Principado, tendría todas las papeletas para entrar en zona de descenso con tan sólo Castellón, Granada, Celta y Cultural Leonesa por abajo en la clasificación, donde ahora mismo ocupa el 18º puesto, el mismo donde acabó el año pasado. Hasta el momento nunca ha caído en su estadio en el primer compromiso como local con la particularidad de que en esta ocasión estrena campo. Con la plantilla descosida por completo mientras Txema Indias teje con hilo barato para evitar un roto irreparable, la victoria frente al Andorra adquiere una dimensión de mayor calado de la habitual a estas alturas de la competición. El Real Zaragoza salió herido de San Sebastián, pidiendo con urgencia nuevos futbolistas y un plan consistente, en nada experimental como ocurrió frente a la Real Sociedad B. La noche del sábado no pude permitirse un récord malsano por su trasfondo: quedarse a cero en un mercado por el que transita con calderilla.
Todo es posible el próximo sábado. El equipo no ha empezado aún una terapia contra en síndrome post traumático de Muy dificil tratamiento cuando de un colectivo se trata.
Convendría ampliar el tratamiento a los demás estamentos de la sociedad deportiva y las otras más institucionales de la Comunidad, que también cuentan. Pero esa acumulación en terapia. desborda la cuestión deportiva, que es lo que nos anima, creó, a los que aquí intervenimos.
Siento la marcha de García Castany y lo comprendo. No es fácil comentar siempre sobre catástrofes.
Pues, a lo que vamos. Qué puede pasar el sábado? De todo. En esencia, quitados los prometedores extremos recién fichados, el equipo es estructuralmente el mismo de la pasada temporada: Inseguridad defensiva al por mayor, endeblez abrumadora en el centro del campo, pese a los dos trotones locales, y en ataque con el alza y la mira artillera desubicada.
En el banquillo, un hombre que empieza a labrarse un camino en la profesión
Que Dios reparta suerte!