El Real Zaragoza sucumbe frente a su indefinición ofensiva, un fútbol indigerible y dos errores bochornosos que propician la victoria de un modesto Alcorcón que gana desde la barrera (0-2)
El cartel de las fiestas se tiñó de fiasco con la segunda derrota consecutiva en La Romareda. El Alcorcón, como antes el Mirandés, repitió una defensa de tres centrales y una estoica resistencia para descomponer a un Real Zaragoza tan espumoso en los primeros minutos como indeciso e impreciso en sus oportunidades para conducir el partido donde quería, marcar pronto y jugar lo mejor posible un encuentro tranquilo. Manu Vallejo despertó revoltoso por su banda, Azón envió un disparo al larguero, Bakis se durmió tras un pase magnífico de Valera y las ideas le llegaron tarde al propio Valera para concretar una fina entrega filtrada por Toni Moya. La noche olía a goleada a la mínima que el Alcorcón, aturdido y sobrepasado en este tramo, se distrajera angustiado por ese empuje y su delicada situación en la Liga. Pero la burbuja de Fran Escribá, esta vez con nueve cambios en la alineación, se pinchó por donde siempre. Primero por su indefinición ofensiva y después por un fútbol indigerible e incluso molesto por reiterativo que el conjunto alfarero fue desactivando tornillo a tornillo hasta descubrir que el Real Zaragoza es puro fuego de artificio. Dos errores bochornosos en los que se vieron implicados Grau y Aguado con el debutante Poussin metido en ambos líos completaron la cornada mortal frente a un adversario que ganó desde la barrera, apenas con un par de rasguños.
La jugada que clausuró el choque escenificó uno de los graves problemas de un equipo que no termina de hallarse en ataque y que insiste en un sistema que achata aún más su pobre capacidad de sorpresa, de improvisación. Con el 0-2, los nervios y la impotencia también la pasaron factura en un triple remate de Sergi Enrich, Mesa y Valera que fueron contra el cuerpo de Jesús Ruiz y el palo. Un tanto en las últimas cuatro jornadas, el de Mollejo en Andorra, atestiguan, por si había alguna duda, las dificultades de los futbolistas que son elegidos como piezas más avanzadas. Azón y Bakis volvieron a asociarse como si hablaran dos idiomas diferentes. El aragonés, un corazón atropellado y recurso cargante de todos los malos centros laterales, y el turco, un satélite estrellado en la depresión de los depredadores sin gol. En cuanto bajo la pasión inicial, el Real Zaragoza se ahogó en tres cuartos, una frontera familiar que no sabe cómo traspasar. Moya y Grau, dos burgueses con el balón en los pies, anestesiaron el ritmo y Valera y Manu Vallejo abusaron, sin espacios por fuera, de conducciones largas e improductivas que hicieron del Alcorcón una muralla insuperable. El conjunto aragonés se estampó contra ese búnker sin pértiga individual alguna para superarlo. Lento, aburrido y proclive a la pésima toma de decisiones.
Lo que parecía un vaquilla, el Alcorón, resultó un miura para este Real Zaragoza que agita la muleta pero carece de espada para matar. Y el hierro que tiene, además, lo utiliza para suicidarse. Contagiado por esa procesión de pases insustanciales, una acción de salida entre Poussin y Grau la detectó de lejos Juanma Bravo, quien aceleró en la presión para arrebatarle el esférico al mediocentro y fusilar al guardameta francés. El error de cálculo en una zona prohibida llevó el partido donde quería Fran Fernández. El Alcorcón, que había ralentizado todas las escenas a la espera de que el bullicioso y rápido Addai se hiciera con algún despeje, se veía por delante en el marcador. A partir de ese instante, el Real Zaragoza se instaló en sus penurias, viudo por completo de la imaginación y esta vez de Cristian, sin ingenio alguno, más o menos lo que representó en el Principado, ante el Mirandés, el Racing de Ferrol, el Racing de Santander… Otro disparate entre Poussin y Aguado acabó en un recital circense que Eteki finalizó a puerta vacía.
En cuanto el adversario le propone un pulso mediocampista, se diluye; si el reto consiste en el asalto a una fortificación, se desmaya a las puertas. Los resultados le han servido para vivir del cuento, pero para estar entre los mejores necesita una narrativa mucho más rica que depende mucho de los futbolistas, pero en igual medida de un entrenador que empeora lo que tiene. Pide una revisión urgente en ataque, en la medular, en defensa. Y saltar al ruedo con algo más que un traje de luces que parpadean hasta fundirse en el área enemiga y que se apagan a la menor embestida.
0 – R. Zaragoza: Poussin; Fran Gámez, Mouriño (Francés, m.46), Jair, Lecoeuche (Maikel Mesa, m.81); Germán Valera, Jaume Grau (Marc Aguado, m.60), Manu Vallejo (Sergi Enrich, m.81), Toni Moya; Iván Azón y Bakis (Mollejo, m.60).
2 – Alcorcón: Jesús Ruiz; Víctor García, Rivas, Babin, Chema Rodríguez, Morillas (Castro, m.58); Mosquera, Juanma Bravo (Yan Eteki, m.51), Javi Lara (Bustos, m.58); Addai (Artola, m.89) y Chiki (Jacobo González, m.58).
Goles: 0-1. M.38. Juanma Bravo; 0-2. M.81. Yan Eteki.
Árbitro: Quintero González (Comité de Andalucía). Amonestó a Mouriño, Mollejo, Maikel Mesa, Iván Azón y Manu Vallejo, del Real Zaragoza; y a Jesús Ruiz, Chema Rodríguez, Mosquera y Chiki, del Alcorcón.
Incidencias: partido correspondiente a la décima jornada de Liga disputado en el estadio La Romareda ante 23.574 espectadores.
JAJAJAJAJA
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Esto va de toreros muertos o de becerras salchicheras…
Voy a hacer el análisis del partido. IDOS A T.. POR C…!!!!!!!
No sabía que seguía existiendo el Bombero Torero.
Espectáculo horripilante. Esto no es un equipo, es una banda.
No hay quien sea capaz de corregir los defectos que cada jornada se repiten en el campo. Equipo que se derrumba al menor contratiempo y sumido un la impotencia. Quién manda en el campo en este Zaragoza?
Azon: Potencia sin control que se traduce en nada. Bakis parece que se ha desentendido de que su profesión es jugar al fútbol (con los goles de todas las facturas que metía en el Andorra). Lo mismo digo de Aguado que lo acompaño brillantemente en ese equipo. Aquí fracasan todos.
El equipo lleva jugando mal toda la temporada. Vale que esto es la Segunda División y lo importante es ganar. Pero para estar arriba en mayo próximo, hay mucho que mejorar en el juego. Parece que plantilla hay más que años anteriores. Y entrenador, pese a sus errores, también. ¿Entonces?