El portero, que no jugará mañana por una microrrotura fibrilar, recibe un baño de multitudes en el inicio de los Pilares como Hijo Adoptivo de la ciudad y gran icono de un Real Zaragoza que aún persigue el fútbol que le falta a sus excelentes resultados
Cristian Álvarez fue confirmado en la plaza del Pilar, poco después de recibir por parte del Ayuntamiento de Zaragoza el título de Hijo Adoptivo de la Ciudad. El fúlbol en general y el Real Zaragoza en particular representaron en el el arranque de las Fiestas la magia de este deporte cuyo gran universo son las estrellas que lo componen. El portero argentino se asomó al balcón del consistorio, como uno más, para agradecer la distinción, poco después de que reconociera en su discurso que hace siete años la capital aragonesa le encontró roto para recomponerle de nuevo como persona y profesional, e invitó a una nueva cita en el salón de actos dentro de nueve meses en una clara alusión al ascenso que la afición lleva esperando once temporadas. Tan humano como Dios en las alturas, el guardameta se vio acribillado por miles y miles de voces que corearon su nombre para, de inmediato, entonar el himno del regreso a Primera División un ritual de emociones que fusionó el inicio de los Pilares y la fe popular. Cristian anduvo sobre el océano musical del Moverse maños moverse, abrazó a la gente, le lanzó besos de cariño y se unió al espectáculo como director de un orquesta seducida a su figura icónica y a su personalidad.
En la víspera de recibir el Alcorcón, partido que se perderá por una microrrotura fibrilar que le apartará de la competición algún encuentro más, Cristian desató la locura en este manicomio sin apenas astros a los que adorar que ha sido el equipo desde el último descenso. Cientos de jugadores con falsos profetas en el altar, un buen puñado de entrenadores, tres propiedades, Zapater como casi exclusivo símbolo creíble… Un camino de desolación en el que se quedaron personajes tan significativos de la gloria en mayúsculas como que José Luis Violeta, José Ángel Zalba o Avelino Chaves se borró de un plumazo al asomar el portero y darse un baño de multitudes a sus 37 años, pleno de vida e ilusión aun víctima de la enfermería en el, seguramente, mejor momento de su trayectoria. Dio el chupinazo testimonial; también se podría decir que el oficial ante discípulos y simpatizantes, ciudadanos de Zaragoza y del Real Zaragoza.
Su aportación para que el Real Zaragoza respire y haya reactivado la esperanza en este periodo de plagas varias es incuestionable. Su honestidad, oficio y compromiso han confluido en una categoría impropia para el club, y poco importa si es o no el mejor guardameta en la historia. Lo que se aprecia y enaltece son los valores que ha conseguido imprimir al equipo en situaciones de máxima gravedad, y eso le convierte en el mejor capitán en esta guerra sin cuartel, en el más cualificado embajador de un porvenir al que jamás renuncia con sus guantes de atrapasueños. Mañana, con el liderato en el horizonte próximo y la segunda plaza que defender, este viejo y cada día más joven roquero no estará en su puesto de mando, Una microrrotura fibrilar que sufrió en Andorra le deja fuera por primera vez este curso en el que parece labrarse algo grande. No estará es mucho decir, por su presencia abarca más allá de lo físico, pero tendrá que asistir al encuentro desde la grada, con Poussin debutando en la titularidad para descubrir la altura deportiva del francés.
Ese Real Zaragoza de Cristian (pocas veces un equipo se le ha reconocido por el nombre de un jugador) sigue presentando unos números excelentes, pero no logra emparentarlos con el fútbol en su mínima expresión. De Andorra, contra diez , ganó y rompió su mala racha, pero no convenció y sufrió. Bajo de energías ofensivas, con cambios constantes en la alineación y un banquillo que aporta muy poco, Fran Escribá deshoja la margarita en cada jornada en mitad de un tsunami de dudas, de sistemas que varían sin excesivo convencimiento. Es segundo y podría ser primero si el Espanyol no vence el lunes en Villarreal, Aunque parezca suficiente a corto plazo su corona, a la larga necesitará sacar a relucir todas las herramientas que se le presuponen para seguir reinando hasta el final. Para este cita podrían volver Bakis y Azón después del experimento fallido pese al triunfo en el Principado sin ambos en la alineación. Necesita el entrenador, quien meterá a Gámez y Quentin en un once en el que defensivamente también se prevé el regreso de Jair, hilar más fino en se centro del campo que le provoca la misma cantidad de jaquecas. El Alcorcón llega pálido, pero el Real Zaragoza debe maquillarse mejor sobre todo en ataque. La Romareda necesita una fiesta completa. Con el espíritu sin tregua de Cristian moviéndose rebelde por el estadio que señala su norte.
Foto Real Zaragoza
Esto es mágico
Sin palabras pic.twitter.com/4N39BuUzAx
— Real Zaragoza (@RealZaragoza) October 7, 2023
Un discurso que no olvidaremos
💙 Te queremos, Cristian 🤍 pic.twitter.com/rUwiUF2Y1p
— Real Zaragoza 🦁 (@RealZaragoza) October 7, 2023