El guardameta del Real Zaragoza vuelve a ser clave para su equipo con sus paradas y el del Mirandés humedece la poca pólvora del predecible conjunto aragonés
El Real Zaragoza ha entrado en el año como se fue del anterior. Con un punto más, pero con el mismo perfil predecible en su fútbol y laxo en ataque. El Mirandés, con un juego un poco más coherente, tampoco ofreció argumentos suficientes para ganar. Fue un partido digno de borrar de la faz del campeonato. Nadie lo echaría en falta. En ese desierto gélido sí destacaron un par de tipos, los porteros, que en momentos puntuales salvaron a sus respectivos equipos de la derrota. Cristian se las tuvo con Raúl García, Pinchi y Manu en su regreso para ratificar su indiscutible grandeza, y Herrero desvió dos disparos de Eugeni y Giuliano bien calibrados y atajó una gran ocasión de Azón. El número de oportunidades podría dar a entender que la cita estuvo entretenida. Nada más lejos de la realidad: la incapacidad de los locales y la falta de ambición de los burgaleses engendró un tostón considerable.
La conclusión final es que Real Zaragoza no está cualificado para una segunda vuelta de ensueño, más bien para sufrirla. Al menos con esta plantilla y si Juan Carlos Cordero no se saca de la chistera fichajes determinantes. Tomás Alarcón debutó, perdió un balón muy comprometido en el primer minuto y, a la espera de un periodo de adaptación que ofrezca otro semblante, se vislumbró que es un centrocampista repetido. El chileno pidió y condujo el balón sin compromiso ni detalles, y en el repliegue se le vio sin zancada suficiente. En un centro del campo con ausencias y reconstuido para la ocasión, Escribá ofreció la segunda titularidad consecutiva a Eugeni, quien esta vez sí dio la talla liberado de la banda y ocupando espacios menos asfixiantes. Lo poco que construyó el Real Zaragoza con sentido y profundidad salió de la fábrica de sus botas y de la competitividad de Francho.
No hay alas por lo tanto no hay vuelo posible. Todo queda para los pelotazos a Mollejo y Simeone, para se partan la cara para exprimir algún balón que caiga de rebotes y rechaces, de contragolpes a lo loco. El conjunto de Escribá, como antes otros entrenadores, carece de alguien capaz de desbordar por banda y poner un centro decente. Gámez y Larrazabal se solaparon por la derecha y Nieto apenas se atrevió a presentarse en el fondo. Mollejo, con sus caídas a los costados, sí produjo al menos tres pases interesantes, pero sin nadie que acudiera a recogerlos. El plúmbeo y canijo impacto ofensivo del Real Zaragoza se reduce a lo de siempre, que Giuliano salga de caza furtiva, demasiado para el joven punta pese a que lleve la escopeta al hombro con una insistencia encomiable. Escribá se lanzó a tumba abierta al sumar a Azón y el ariete pudo marcar, pero cuando no es la escasez de llegada lo es de finura.
El Real Zaragoza sigue siendo un equipo atropellado, que quiere hacer más de lo que puede y eso, en parte, le mantiene vivo en los partidos. Lo que no disimula, a excepción de Jair, es que su vulnerabilidad defensiva asoma lo suficiente para comprometerle. Lluís López dejó marchar con suficiencia a Pinchi para que disparara al exterior de la red y provocó la tarjeta de Jaume Grau por una mala decisión en la salida. Pinchi llegó sin aliento a una asistencia de Raúl García a la espalda del propio Lluís López para que Cristian agigantara su leyenda más si es posible. El catalán, paradojas de este encuentro bajo cero, acarició el gol con una maniobra exquisita en el área contraria.
Falta liderazgo, carisma, verticalidad, toque de balón distinguido y el gol nuestro de cada jornada. Once encuentros ya sin ver puerta en Liga. Menos mal que Cristian puso los guantes a un encuentro frío, de los de archivar muy al fondo de la memoria. O de los que hay que rescatar para justificar que al mercado de invierno no se puede ir de paseo.
Real Zaragoza: Cristian, Fran Gámez, Lluís López, Jair, Nieto, Alarcón (Molina, 85´), Francho, Eugeni (Jaume, 71´), Larra (Iván Azón, 71´), Mollejo (Puche, 85´) y Giuliano.
CD Mirandés: Herrero, Juanlu, Alex Martín, Raúl Navas, Barbu, Salinas, Prados (Manu García, 72´), Rey, Roberto López (Jofre, 72´), Pinchi (Castillo, 87´) y Raúl García.
Árbitro: Gorostegui Fernández-Ortega. Amonestó a Lluís López (min. 41)y a Jaume (min. 85) por parte del Real Zaragoza; y a Prados (min. 38) por parte del Mirandés
Foto: Real Zaragoza
Cuantas veces en los diez últimos años que llevamos en segunda división, hemos dicho la VIDA SIGUE IGUAL, esa canción mítica de JULIO IGLESIAS, yo creo que mucha . Pues eso pasa aquí,año nuevo nueva decepción, 0 a 0 y gracias a CRISTIAN ALVAREZ, su sexto portal a cero, cinco de ellos con la dupla de centrales integrado por FRANCES y JAIR AMADOR. Son 8 veces las ocasiones que el REAL ZARAGOZA no encaja ningún gol, las otras dos los porteros fueron RATON , y ese 3-0 al Huesca que de portero fue el debutante lepero REBOLLO .
Aquí en defensa no tenemos problemas, la cuestión viene no de ahora sino de siempre en el GOL . Creo Alfonso Hernández que son 11 jornadas de las 22 que llevamos, es decir la mitad que no le marcamos un gol a ningún equipo ese es el PROBLEMA, porque señoras y señores sin. GOL , NO HAy PARAISO, ni VICTORIAS . Y a que puede ASPIRAR un equipo sin gol , pues a SUFRIR lo que viene ocurriendo un año si y el otro también a nuestro REAL ZARAGOZA.
GIULANO SIMEONE , el llanero solitario ante tres centrales, demasiado hizo el chaval, y lo intentó siempre, el calvo lo intenta pero no acierta ni una otro colchonero y reapareció IVAN AZON, sus últimos 20 minutos de juego lo sacó FRAN ESCRIBA , y en la última jugada a centro de SIMEONE estuvo a punto de marcar pero no pudo ser . Seguimos igual con falta de gol, y a 4 puntos del descenso, tras el empate del RACING de Santander 1-1, en Las Palmas , con gol de un ex CANTERANO JORGE POMBO , y cada vez estamos más lejos del play-off de ascenso a nada más y nada menos que a 9 puntos .Es decir señoras y señores LA VIDA SIGUE IGUAL, y en nuestro REAL ZARAGOZA, no hay mejoría.