Luis Carlos Cuartero representa al Real Zaragoza como director general. Por lo tanto, su presencia en el palco del Santiago Bernabéu en el partido de Champions entre el Real Madrid y el Manchester City se enmarca dentro de sus funciones mientras conste como titular del cargo. La foto hay que analizarla desde otro contexto para comprender la indignación que ha suscitado entre la afición del Real Zaragoza ver al ejecutivo en la zona vip del estadio cuando hace mucho tiempo que rehúye personarse en La Romareda, un espacio hostil para alguien que se ha ganado a pulso la antipatía general por la nula exposición pública de un profesional que se esconde de todos los focos. El exjugador, sin la preparación adecuada, se hizo con el empleo gracias a las amistades que le unen con diferentes miembros del consejo de administración, y durante su gobierno el club ha respondido a imagen y semejanza de su personalidad huidiza y carente de transparencia, insuperable heredero del innoble régimen de Agapito Iglesias, del cual formó y tomó parte.
Sus días están contados entre las sombras del Real Zaragoza, pero mientras se produce la oficialidad de la llegada de la nueva propiedad, sigue exprimiendo sus horas con el desatino y falta de sensibilidad que le caracterizan, producto de la rústica interpretación de su papel. Del no saber estar a la altura. Cuando sea un ciudadano de a pie, podrá acudir donde la plazca, pero mientras llega ese momento y sabedor de las tensiones que generan todos sus movimientos, debería ser coherente y respetuoso con la afición que todavía le da de comer, muy a su pesar, en bandeja de plata. Lo que ha hecho Luis Carlos Cuartero ha sido rendir el último servicio a la deshonra como director general de un club que ha gestionado como forofo de sus amos. Se irá sin despedirse, por la puerta de atrás por donde entró a los despachos. Y se llevará como gran recuerdo esta fotografía en el palco del Santiago Bernabéu en lugar de una de La Romareda donde nunca estuvo.
Foto: Marca
Ni este nefasto personaje pudo llegar a más ni el Real Zaragoza a menos. Que se vaya ya.