El técnico ha intentado recuperar al turco sobre el campo por su condición de fichaje estrella, pero su falta de gol y sobre todo su indolencia por carácter y poco físico actual desaconsejan un empecinamiento en su titularidad
La estabilidad es el escenario donde Víctor Fernández mejor maniobra, cuando todo va sobre ruedas y las plantillas se ajustan a su ideario o vienen formateadas de temporadas y entrenadores anteriores. En ese escenario, su buen gusto por el fútbol ha sintonizado como anillo al dedo con alineaciones que casi se hacían solas. Sin embargo, ha sufrido a lo largo de su carrera con equipos en problemas o problemáticos, cuando tiene que tomar decisiones con crisis de por medio. Su segunda etapa en esta categoría con el Real Zaragoza está siendo el fiel de reflejo de un profesional alejado de la figura del recuperador emocional por muy convincentes que resulten sus palabras frente al micrófono o del operario capaz de revertir una situación de máximo peligro entorno a una personalidad volcánica. Lo difícil se le atraganta, y lo heredado de Fran Escribá y Julio Velázquez –de Juan Carlos Cordero para ser exactos– lo ha empeorado en números pese a la ligera chispa ofensiva que ha encendido su entusiasta espíritu por empujar al conjunto aragonés hacia un área que ahora pisa más pero con idéntico resultado que antes de su pomposa llegada.
Su principales apuestas en su debut contra el Espanyol fueron Mouriño como lateral derecho y un Sinan Bakis con alta médica aún fresca como gran referencia ofensiva. Lo del uruguayo caído a la banda clama al cielo por tres cuestiones concretas: el pésimo estado de Jair, el ostracismo de Gámez, aún el mejor asistente del equipo con cuatro pases de gol, y la propia naturaleza del charrúa, que no es otra que la de un central poderoso que fuera de ese ecosistema sufre en el instante que debe proyectarse. El caso de Bakis tenía su lógica al tratarse del fichaje estrella, del 9 responsabilizado por su rendimiento en el Andorra y por la nómina que cobra en el Zaragoza. Víctor le ha dado una hora en cada encuentro salvo en el Ciutat de Valencia, donde el turco disputó el partido completo, con la esperanza de evolucionase poco a poco y de que marcara, algo que aún no ha hecho. Al finalizar el encuentro frente al Elche y con los silbidos a la actuación del punta aún calientes en el eco del estadio, el técnico explicó que sería un grave error eliminar futbolistas ahora. De alguna manera ya lo ha hecho con Manu Vallejo y Sergi Enrich, quienes hace tiempo que se borraron como piezas útiles.
Su razonamiento es comprensible, pero de igual manera tendría que valorar que en esas cinco jornadas el atacante no le ha ofrecido nada. El Real Zaragoza juega con medio futbolista menos, justo lo que reprochó el día previo al choque con el Elche. «No quiero medio jugadores». Si insiste en él, lo sensato adquirirá cualidad de tozudez, porque el problema de Bakis, que si continúa en el once hasta final de curso es probable que logre al fin un tanto, es que físicamente, como se demuestra en sus tempranos relevos, no está para competir, y el descubrimiento en cada balón que recibe de lo poco que puede aportar, ha acentuado la depresión de un jugador ya de por sí indolente en el esfuerzo. Que esa un rematador, como lo es Iván Azón, no le exime de un trabajo de desgaste defensivo para el que no está preparado. Ni va, ni viene, ni presiona… Sólo aislados detalles sin trascendencia muy lejos de su radio de acción. Adrián Liso, Pau Sans e incluso Marcos Cuenca son activos con bastante más valor que Bakis, a quien no es cuestión de eliminar sino de darle el lugar adecuado, que desde luego no está en el once. Pero a veces el fútbol de autoría se antepone a las necesidades reales. Ese sí que sería un error para un Real Zaragoza que no está para caprichos personales aunque el primer propósito tuviera sentido.
Totalmente de acuerdo, soy de VF hasta cuando entrena en otros clubes. Pero su tozudez ya la critiqué en otras épocas con García San Juan, con Celades y con D’Alessandro. No lo fue tanto con Andreas Brehme al que acabó sentando, igual debería hacer con Bakis y darle minutos en la segunda parte, a ver si tiene orgullo y lo demuestra, y nos regala un par de victorias que las necesitamos.
jmvioleta
Trabajé hace años con un Director General del que algo aprendí. Y era que se ha de «discutir» sobre datos. Y estos son: con VF llevamos 5 puntos sobre 15. Como Schuster decia: «No hay que desig nada más «.
La verdad es que seguí al jugador la temporada que compartió con Aguado en Andorra y cuando se decidió ficharlo, lo consideré un acierto. Entonces metía goles de todas las facturas con gran disparo desde larga distancia. Aquí se le acabo la pólvora.