Diplomático hasta al alargue

Le quedan horas en el banquillo del Real Zaragoza, justo lo que da de sí el partido contra la Real Sociedad, y Juan Ignacio Martínez, como si fuera un día cualquiera, no altera el tono, ni el gesto, ni el orden del día en su penúltima rueda de prensa. Una breve pincelada de lo que ha sido la temporada, una visión del rival y de su entrenador, Xabi Alonso, el eterno mensaje de que hay que competir por encima de todo y el repaso a la enfermería. Su futuro, dice, lo conocerá cuando finalice el partido, cuando Raúl Sanllehí ha convocado a jugadores y cuerpo técnico para comunicarles el lugar de cada cual en el proyecto, quién sigue y quién no.

Se le pide a JIM una valoración de su toma de contacto con Jorge Mas y su séquito en la Ciudad Deportiva y el entrenador reparte toneladas de sinceridad y espíritu optimista al margen de su situación personal y de la intuición (si no certeza de que su contrato no será renovado). «Me dejaron una sensación muy buena, pero más por la cantidad de mensajes no hablados. Una persona que viene con su familia, su mujer y su hija, demuestra humildad y un arraigado sentimiento familiar. Me dio las gracias en cinco o seis ocasiones. El Real Zaragoza tiene una persona que, sin ser de aquí, emite valores muy importantes y ojalá el club alcance con él le lugar que le corresponde». El técnico, alumno aventajado de la diplomacia, se apresuró a agradecer el papel de la directiva saliente. «Vino a despedirse Fernando Sainz de Varanda y hay que saber valorar también el trabajo de los que han estado por una travesía muy difícil. Es el mismo fútbol de amplios abanicos».

Nada va alterar el pulso diario del equipo. Ni siquiera el cambio de propiedad y los movimientos que se están produciendo entre bastidores. Juan Ignacio Martínez entiende que la temporada no ha terminado y que, por lo tanto, el equipo ha de guardar las composturas profesionales que se le exigen. «Todos vamos y venimos en el mismo autobús. Que nadie se piense que estamos de vacaciones. Y a la vuelta, se reunirán con cada uno de nosotros, jugadores y cuerpo técnico, para hacernos saber sus intenciones». Sin nada en juego en San Sebastián. «Es una pena que hayamos llegado a este punto sin luchar por algo. Mirando atrás, vemos que podríamos haber hecho mucho más, pero hemos hecho una temporada muy irregular y lo digo sin reproche alguno hacia los futbolistas, al contrario».