El colista desintegra a Ramírez y su Real Zaragoza

El equipo salva un punto que no disimula su caos estratégico frente a un Tenerife que madura sin lograrlo su primera victoria a domicilio con La Romareda pidiendo la dimisión del técnico (2-2)

En el fútbol hay más inventores que inventos. Miguel Ángel Ramírez y sus analistas, que en Elche habían diseñado un artefacto defensivo muy coqueto hasta el desbarajuste del gol de los alicantinos en el minuto 93, se pasaron la semana en el laboratorio para dar vida a un engendro en el regreso a casa del Real Zaragoza. Una alineación con Nieto de lateral izquierdo, que llevaba casi 17 meses sin competir y que, al lado de Clemente, sin velocidad ni contundencia, abrieron en canal a sus compañeros, por otra parte también inquilinos de un manicomio hasta la bandera de decisiones lunáticas. Posiblemente nunca un empate fue tan falso en este deporte, porque el Tenerife tuvo el encuentro en el bolsillo con un 0-2 consecuencia de su enorme superioridad táctica, de su fútbol con más categoría y de un par de acciones de alta escuela en la finalización para tomar una ventaja que parecía inalcanzable para los locales. Con todo el estadio pidiendo la cabeza del entrenador canario en su segunda experiencia en el banquillo, entre la clarividencia de Toni Moya, el oportunismo de Clemente y un zapatazo de la peor versión posible de Azón evitaron la derrota. El punto, sin embargo, tuvo un sabor muy similar a la derrota siempre y cuando la promoción de ascenso se siga vendiendo como posible bajo los cubiletes de trileros que mueven la propiedad y Juan Carlos Cordero.

El Tenerife se presentó como colista destacado de la categoría y sin haber estrenado aún su casillero de triunfos a domicilio, algo que evitó una partida de pinball entre los minutos 77 y 78 que favoreció a un equipo malo de solemnidad. En el campo, el Real Zaragoza jugó varias capas por debajo de su adversario, en el subsuelo de la mediocridad. Todo propiciado porque Ramírez tiene un vestuario con las mismas grietas que Víctor Fernández y porque en esta oportunidad se empeñó en perforar más boquetes. El primero y más llamativo, elegir a un Nieto que sólo había participado dos minutos en Liga hasta ahora, seguramente porque no estaba para más. Álvaro Cervera le mandó a Waldo, un proyectil, y la patraña saltó por los aires. En un duelo por velocidad, el extremo se marchó de su sufrido marcador y batió a Poussin por su palo. No hace falta ser ingeniero para saber que el edificio era vulnerable por ese costado, y lo que estaba escrito hasta en los libros de Primaria se cumplió al dedillo. El Tenerife, con Diarra comiéndose entre pan y pan a todo el centro del campo y Enric Gallego llevándose la mayoría de los duelos aéreos a sus 38 años contra tres centrales de pura baratija, maniobró a su antojo por todo el césped, con la pelota, con intuición, con firmeza defensiva. Con fútbol sencillo pero siempre coherente.

Lo presenciado era terrible, pero con margen para ser peor. Adu Ares, además de Luna en lugar de Calero, había sido una de las tres novedades en el once. Y, como ya es tradición aun en el fracaso reiterativo, a Aketxe se le encargó la misión de marcar la pauta diferencial. Los vizcaínos se pasaron el partido al pil pil, en esa salsa espesa de no irse de nadie, ralentizar la circulación al máximo y ser presa fácil en balones que enseñan hasta la saciedad y se los roban como a un niño el bocadillo en el recreo. Aguado procuró poner un poco de cordura pero Bare se fue de parranda, y Azón… Marcó el tanto de la igualada, pero antes dejó un recital de torpezas en la conducción dentro del área como nunca antes se le había visto. Aquello era un delirio en cadena que Ramírez intentó solucionar con el debut de Kevin Arriaga y los cambios de Adu Ares y Aketxe por Liso y Moya, sin duda el único con algo de sensatez en la cabeza y los pies, de los que partirían las dos asistencias en los tantos de Clemente y Azón y en un falta directa que fue al poste tras rozar en la barrera.

Como todo es susceptible de empeorar, en un tiempo anterior a esa reacción desprovista de cualquier sentido común, Waldo filtró un balón entre las piernas de Luna y Diarra hizo lo mismo con Poussin para poner el 0-2 y hacer que La Romareda se incendiara por los cuatro costados, quemada por imprecisiones a gogó, por despejes infames, por un encuentro herético, sin doctrina que seguir. Cuando todo estaba perdido (la paciencia costará recuperarla), el Real Zaragoza se encontró con dos goles y casi con un tercero, a merced de las contras del Tenerife, de Luismi y de Diarra. Y Bazdar, otro que volvía del averno de las lesiones, vio la quinta amarilla y no estará en La Rosaleda. Qué mas se puede pedir.

A las puertas de ese infierno, a Ramírez le olió a azufre el jersey de cuello alto que llevaba después de semejante y ridículo experimento. Paralizado Juan Carlos Cordero en la recta final del mercado de invierno con su recurrente espera a las ofertas de última hora, el Real Zaragoza debería ir preparándose para su 13ª temporada consecutiva en Segunda. Si es que no quiere añadir otras emociones improbables porque los de abajo están muy mal sin ser peores, caso del Tenerife.

Real Zaragoza: Poussin; Luna, Lluís López, Vital, Clemente, Nieto (Pau Sans, m.76); Aketxe (Bazdar, m.67), Keidi Bare (Toni Moya, m.67), Marc Aguado (Arriaga, m.46), Adu Ares (Liso, m.46); e Iván Azón.

CD Tenerife: Edgar Badía; Mellot, Sergio González (Gayá, m.87), José León, David Rodríguez; Waldo Rubio (Marlos, m.81), Aitor Sanz, Bodiger (Fabio, m.60), Cantero (Luismi, m.60); Diarra y Enric Gallego (Angel, m.81).

Goles: 0-1. M.39. Waldo Rubio; 0-2. M.69. Diarra; 1-2. M.76. Clemente; 2-2. M.77. Iván Azón.

Árbitro: Fuentes Molina (Comité de Valencia). Amonestó con tarjeta amarilla a Nieto y Bazdar (Zaragoza), y a Bodiger, Aitor Sanz y Gayá (Tenerife).

Incidencias: partido correspondiente a la jornada 23 disputado en el estadio La Romareda ante 18.509 espectadores. Debutó con el Real Zaragoza su último fichaje, el hondureño Kervin Arriaga, que entró al comienzo de la segunda parte. Se guardó un minuto de silencio por los fallecimientos del expresidente Miguel Beltrán y del Magnífico Juan Manuel Villa.

03 comments on “El colista desintegra a Ramírez y su Real Zaragoza

  • García Castany , Direct link to comment

    Por fin La Romareda empieza a dar señales de vida en este tránsito por Segunda insoportable, si uno hace lo mismo llega siempre al mismo sitio habrá que hacer cosas diferentes para ver si llegamos a un lugar diferente, jamás había escuchado pedir el cese del entrenador en su primera comparecencia en La Romareda se ha vivido un momento ambiental similar al que se produjo cuando el graderío le pedía al Toro Acuña lanzase un penalti fuera, y aún hay alguien que se pregunta que ha pasado? la afición está HARTA de las continuas humillaciones, sí humillaciones en este periplo Agapito/Lapetra/Mas , podrán cambiar al de Surface y sus 5 ayudantes, podrán seguir mintiendo con el mercado de invierno, pero hay circunstancias que percibe la afición, plantillas mediocres, algunos entrenadores que ni en sus mejores sueños hubiesen imaginado dirigir la nave zaragocista, desprecio por la Ciudad Deportiva y NEGOCIO para todos ellos el Real Zaragoza es un NEGOCIO, no hay con quien identificarse en la dirección del Club, no hay proyecto ni planificación con todos estos aditamentos otra temporada más en la vulgaridad de un equipo que rascara los 50 con algo más de antelación, todavía alguien puede preguntarse que es lo que ocurre? el león rampante de todos los zaragocistas de bien esta cansado, hastiado, zaherido y no sigan jugando con esto algún día pueden abandonar, son demasiados años de engaños, mentiras y fruslerías. AUPA ZARAGOZA

  • García Castany , Direct link to comment

    Con objeto de rematar lo ayer comentado, «cuando el brazalete de capitán se convierte en un trozo de tela», tras escuchar las declaraciones de Luis López «no entiendo a la afición hoy» es un absoluto desprecio a la afición, un desconocimiento supino de donde está y todo lo que significa ser jugador del Real Zaragoza ya es un grado, bueno últimamente defensas blanditos sin lectura de juego defensivo con nulo cuerpeo y utilización inadecuadamente de las manos o nulo control del juego aéreo defensivo alcanzan dicho grado sin merecerlo, ya ser capitán era una distinción dentro del Club porque supone la representación sobre el césped del equipo y posteriormente en las situaciones negativas salir a una rueda de prensa para tratar de buscar la paz y unión entre equipo y afición con el máximo respeto a la misma, a día de hoy se ha convertido en un trozo de tela que porta cualquier jugador. AUPA ZARAGOZA

  • El Maño de Vilassar , Direct link to comment

    Ver jugar a este equipo es un dolor de cabeza. Y sí, el brazalete de capitán lo lleva cualquiera en estos momentos. Igual que el dorsal número 10.

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