«¿Qué más se puede ofrecer que decirles a los interesados que no nos paguen hasta que se produzca el ascenso?». Esta fue una de las memorables frases que dejó la entrevista de Fernando de Yarza en la entrevista que concedió a Cope Zaragoza el pasado miércoles. En los anteriores amagos de compraventa, una de las condiciones que establecía la actual propiedad es que en el desembarco de capital se incluyera la partida correspondiente al traspaso por las acciones, 5,8 millones de euros de los 6,3 millones del capital social. En este momento, tanto la parte mayoritaria como la minoritaria tendrán que adaptarse a la realidad de la empresa que todavía gestionan y con unos compradores, Jorge Mas Santos y el Grupo Orlegi, que no contemplan abonar un solo euro en ese apartado en el caso de llegar a un acuerdo y a una firma final. Alierta controla el 50,56%, mientras que la familia Yarza, Juan Forcén y Carlos Iribarren poseen 13.46% cada uno de ellos. Esos títulos, sin embargo, carecen ahora mismo de valor alguno en una sociedad al borde de la quiebra técnica.
Según la memoria auditada del Real Zaragoza del ejercicio 2020-2021, que deja margen a cálculos muy subjetivos en algunos casos, la entidad tiene un activo total de de 82 millones de euros, de los cuales 46,7 son la valoración de la plaza de Segunda división. Esta estimación, tal y como dice la memoria, no está realizada bajo criterios contables sino a través de un experto independiente. Teniendo en cuenta que la SAD genera un beneficio de 2,9 millones de euros anuales –en 2021 lo obtuvo al vender a Guti por 6,1–, esa plaza, con generosidad, se podría establecer en 15 millones. El precio de la Ciudad Deportiva también ha sido inflado hasta los 16 millones… Otro extremo que desfigura las cuentas en lo referente al activo total son los 22 millones que se reflejan como impuestos diferidos: como el Real Zaragoza ha tenido pérdidas en años anteriores podría ahorrarse esos 22 millones en impuestos al fisco de los beneficios de años siguientes, pero para se produjera tendría que ganar 100 millones en los próximos ejercicios. En definitiva que de un activo de 82 millones habría que restar un mínimo de 40. Este desglose se realizó por un especialista en uno de los programas de Sport Zaragoza.
En lo referente al pasivo, se deben 73 millones de euros (68 más la deuda a corto plazo con proveedores). A fecha de hoy la sociedad no sería capaz de devolver todo lo que debe si se vende lo que tiene. En lenguaje financiero: el valor contable de sus acciones es negativo, por lo que sus accionistas no pueden en la actualidad pedir nada por ellas. Si el Real Zaragoza se mantiene en Segunda –se añadirá una cláusula suspensiva por parte de ambas ofertas en caso de descenso–, se establecerá un periodo de pago del 91% de las acciones adquiridas supeditado a la fecha de ascenso a Primera, que es cuando se supone que las cuentas estarán saneadas.
Lo de los impuestos diferidos es pura contabilidad creativa.
Realmente, el precio a pagar debería ser subrogarse en los avales de Alierta y gracias.
Lo de diferir el cobro a un hipotético ascenso, ¿qué es? ¿Una prima por no hacer nada?
Lamentable en todos los sentidos.