El director general visita a la expedición del Real Zaragoza en Benasque y, pese a subrayar la merma económica que sufrirá el club este año, señala el estadio modular como la posible lanzadera de un inmediato ascenso a Primera
El director general ha visitado a la expedición en Benasque cautivado «por lo idílico del lugar, con las condiciones perfectas para entrenar además de la reacción que hemos recibido por parte de los aficionados. Ha sido espectacular». Pese a lentitud de unos fichajes, tres, no demasiados atractivos y los mensajes de cautela para la próxima temporada, Fernando López ha valorado el proceso del nuevo proyecto con su habitual entusiasmo, el de un ejecutivo risueño que vive su realidad o al menos la expresa en paralelo a las ordenanzas de la propiedad pero con su propio sello de ingenuidad. De ese corazón que no le cabe en el pecho le brotó una premonición en estos tiempos de penumbra. «Tengo el pálpito, la corazonada, de que el modular va a ser el lugar donde el Real Zaragoza ascienda a Primera División». Ese presentimiento retumbó entre los micrófonos que le interrogaban por la mesura con que se ha afrontado el futuro inmediato desde el cuerpo técnico, con un regreso a la élite abierto a las condiciones que se produzcan aunque señalizado sin urgencia alguna. «Las expectativas del Real Zaragoza siempre tienen que ser las máximas y deben ser aspirar siempre a estar en Primera, otra cosa es que seamos conscientes de la realidad y también de los cambios que estamos realizando y de los medios que estamos poniendo para cumplir con ese objetivo. Que se puede dar este año, mucho mejor».
Ese soplo de alborozo no lo pudo contener en casi toda su comparecencia frente a los medios, a los que respondió que la circunstancia de que el Real Zaragoza lleve uno de los ritmos más bajos de contrataciones a estas alturas de la temporada no le preocupa porque «vamos lento pero vamos lejos. Estamos priorizando la calidad más que la cantidad. Yo estoy tranquilo pese al ritmo que marca el mercado para todos los clubes porque estamos mejorando la plantilla. Me gustaría que todo fuera más rápido aunque estoy tranquilo con lo que estamos haciendo». El limite salarial, sin embargo, sigue sus propios reglas para una plantilla muy estrangulada por contratos que debe liberar para seguir avanzando en optimizar en lo posible el vestuario. «Siempre ocurre lo mismo por estas fechas con el límite y conseguimos mejorarlo con diferentes mecanismos». El director general entiende que la reducción de espacios y abonados en el estadio modular «supone una merma de ingresos más que justificada porque es un sacrifico que estamos haciendo para estar en dos años en un sitio mejor (la nueva Romareda). He pedido un esfuerzo a los accionistas para poder contar con mayores recursos y el respaldo que he tenido ha sido abrumador». También ha agradecido la respuesta de los seguidores, que con 17.000 abonados «estoy seguro que harán del nuevo estadio un lugar donde su apoyo va a ser más diferencial que ninguna otra temporada. Me da vergüenza cada vez que hablo de la afición porque no se les pude pedir más. Estamos orgullosos de su aliento». Benasque ha encandilado a ese López optimista por naturaleza y entre la naturaleza aunque los árboles o Juan Forcén, que le acompañó en esta visita, no le dejen ver el bosque, un bosque que en el fondo conoce perfectamente en su papel de radiante paloma mensajera.
Al neófito le viene como anillo al dedo la frase del emérito, «PORQUE NO TE CALLAS».
El silencio nos haría cómplices.
La fotito del Director este con el personaje de Forcén lo dice todo. Ni este López podía llegar a más y el Real Zaragoza a menos.