El Real Zaragoza se ha vuelto absolutamente respetuoso con la identidad de los afectados por covid que se van sucediendo desde principio de año. Antes, como hacen casi todos los clubs y deportistas de primer nivel que se deben a sus aficionados, daba a conocer los nombres de los profesionales. Pura información en un contexto donde los deportistas tienen el derecho a la confidencialidad, pero con el matiz de que forman parte de un mundo del que son protagonistas precisamente por su visibilidad en todos los aspectos razonables. Ahora, el seguidor tiene que adivinar o especular quién o quiénes están de baja por coronavirus, ir al estadio sin conocer los futbolistas disponibles. Han echado la persiana no por preservar los datos personales, sino como estrategia. Es decir que se juega con la incertidumbre para que el rival desconozca la identidad de los futbolistas que están de baja.
La táctica coincide curiosamente desde que el Mirandés se parapetó después de un brote masivo, justo antes de enfrentarse al Real Zaragoza en Anduva. Con un once de circunstancias lo zarandeó y lo dejó en evidencia. El último caso que había salido a la luz fue el de Pep Chavarría. Desde entonces y tras esa derrota, la web habla de número de infectados y esconde sus nombres bajo llave. Se deduce que en lugar de continuar con su correcto criterio anterior, ha optado por seguir la pauta del Mirandés en lugar de la del Real Madrid, el Barça o Nadal por poner tres ejemplos de transparencia por consideración a sus admiradores y por compromiso con la propia sociedad.
Juan Ignacio Martínez y Miguel Torrecila, que son quienes han establecido esta ley del silencio, muestran de esta forma una actitud pueblerina, de picardía suburbana que en nada beneficia la imagen del club y en nada ayuda al equipo, porque al final jugarán los que puedan, ni a un aficionado que quiere saber lo que va presenciar en cada partido porque paga para hacerlo como abonado o pasando por taquilla. El sábado habrá algunas ausencias importantes que no se desvelarán hasta que se ofrezca la convocatoria o la alineación. JIM muestra en ese once provisional del gato y el ratón al covid y diez más. Ni es serio ni productivo. Sin contar con que media docena de futbolistas de la plantilla en teoría sanos negocian su salida del club…
Pues sí!! Pero tengo una pregunta: por qué los periodistas no podéis decir los nombres cuando tenéis constancia porque faltan a los entrenamientos?
Es denunciable
José María García se pegó años diciendo «presunto chorizo» y, que yo sepa, no le pasó nada desde que empezó a usar el término «presunto». Por qué no podéis decir: «faltó al entrenamiento presuntamente por COVID»?