El francotirador de las balas de fogueo

El Real Zaragoza, junto a Sporting y Oviedo, no ha conseguido marcar todavía desde fuera del área

El disparo lejano, el que proviene más allá de la frontera del área grande, es una herramienta que el Real Zaragoza no ha encontrado aún en la actual temporada. No es un recurso sencillo y, por lo general, pertenece a los especialistas de empeine fino o potente. No dispone ahora mismo el conjunto aragonés de ese tipo de futbolista ni en la delantera, donde Azón y Giuliano e incluso Mollejo son granaderos, ni en la segunda línea, con Vada, Eugeni y sobre todo Bermejo como intermitentes tiradores. Grau, Petrovic, Zapater, Manu Molina, Igbekeme, Alarcón o Francho carecen de esa virtud, y Larrazabal apenas la pone en práctica. Queda el bazoka de Nieto, pero le coge muy lejos de su radio de acción. El caso es que, al igual que Sporting y Oviedo, no ha alcanzado la red contraria desde la distancia. Ni en juego ni a balón parado.

La Ponferradina, rival del equipo de Fran Escribá este lunes, sí lo ha hecho en tres ocasiones. Una de ellas precisamente frente al Real Zaragoza en la ida, un misil tierra aire de Nwakali que dejó petrificado a Cristian con su escuadra izquierda despedazada. Los mas prolíficos en esta suerte de Segunda coinciden con los más descarados en su forma de interpretar el fútbol, el Mirandés con siete goles, y el Andorra, el Villarreal B y el Alavés con cinco. Todo lo que intenta el conjunto aragonés más lejos de la media luna no ha servido para celebrar un solo tanto.

Para encontrar una diana de estas características hay que remontarse a la recta final de la temporada pasada. En la jornada 40, el Real Zaragoza visitó el Carlos Tartiere en una tarde que enloqueció con el paso de los minutos (3-3). Borja Bastón puso al Oviedo por delante de penalti, y Bermejo y Jair, ambos de cabeza, remontaron el tanto del ariete azulón. Obeng volvió a empatar, pero Bermejo firmó un doblete al recoger un rechace de la defensa local y batir a Femenías. El centrocampista enganchó el despeje sin dejar que el balón besara el césped, una espectacular volea zurda sobre el límite del área que data como el último éxito de un francotirador del Real Zaragoza.

Desde 50.5 metros, con un tiempo de vuelo de 3,1 segundos del balón hasta que rebasó la línea de gol, se puede calcular aproximadamente que el ángulo sobre la horizontal fue de 42 grados, su velocidad inicial de 82 km/h y alcanzó una altura máxima de 12.1 metros sobre el césped. Sí, el gol de Nayim en el Parque de los Príncipes científicamente estudiado por la Universidad de Zaragoza. En aquella final de la Recopa, Esnáider había inaugurado la cuenta ante el Arsenal con otra maravilla fuera del área. O los de Galleti, Ewerthon y el Toro Acuña, siempre con el Real Madrid como víctima de una Copa, de un 6-1, de una derrota en Liga. Y aquellas faltas directas de Sávio… En Segunda queda aún en la retina la bomba desde su propio campo de Juan Muñoz en Mallorca… El Real Zaragoza espera este curso para estrenarse con goles de este formato, al menos en la distancia. Bermejo vuelve ante la Ponfe. No es mala noticia.

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