La compensación que reciben los equipos descendidos de Primera ha establecido una diferencia competitiva considerable: de los 15 clubes que han caído de la élite desde que se estableció la ayuda en la 16-17, sólo dos no se han clasificado para el playoff
A sus propias males, una deuda aún fatigosa que condiciona la construcción de sus plantillas, el Real Zaragoza suma otro enemigo en nada inferior: Javier Tebas introdujo en el curso 2017-2018 una compensación por descenso de categoría a los equipos que perdían su lugar en la élite para compensar el impacto. Las consecuencias de esas ayudas que persiguen con buen criterio, junto al establecimiento en 2013 del límite salarial, el saneamiento del fútbol español, ha provocado sin embargo un desajuste competitivo en esta categoría: de los 15 clubes descendidos en los últimos cinco años, tan sólo Osasuna y Granada (8º y 10º en la temporada 2017-18), la Unión Deportiva Las Palmas (12º en la 2018-19) y el Rayo Vallecano (7º en la 2019-20) han desaprovechado la enorme ventaja que les concedía la prima por descenso para meterse en los ‘playoffs’. Por contra, sí lo han hecho Sporting (4º en la 17-18), Málaga y Dépor (3º y 6º en la 18-19), Huesca y Girona (1º y 5º en la 19-20), Espanyol, Mallorca y Leganés (1º, 2º y 6º en la 21-22) y Granada, Levante y Alavés (1º, 3º y 4º en la 22-23).
Este ejercicio explica a la perfección las diferencias que se han establecido. El Alavés, con un penalti marcado por Villalibre en el último suspiro de la prórroga ante el Levante, permitió a los vascos regresar a Primera junto al Granada. Estos tres conjuntos habían caído el año anterior. Pese a que en la 22-23 entró en vigor una modificación en la normativa que establece que la ayuda no podrá ser destinada en su totalidad para incrementar el límite salarial con el que configurar la plantilla, tan sólo el 60%, se mantiene abierta esa brecha. La idea es que la cantidad percibida se vaya repartiendo en diferentes campañas, pero, por el momento, se sostiene la ventaja económica para los descendidos. Los modestos solo son capaces de lograr una plaza de ascenso, siempre mediante los cruces de la promoción.
Como recoge el libro 8 del reglamento general de la Liga Profesional de Fútbol, son tres los factores que se tienen en cuenta para el premio por el descenso: volumen de ingresos totales en los últimos cinco años, ingresos recibidos en el reparto del dinero de las televisiones y años de permanencia en Primera. El programa esta confeccionado para beneficiar a los clubes con más ingresos e historia. El problema de ese abismo reside en el desequilibrado reparto televisivo y la solución, que la Segunda recibiera más dinero por los ingresos, como ocurre en Reino Unido. El Real Zaragoza entró en pérdidas en 2022 pese a aumentar ingresos, con un importe neto de la cifra de negocios de 15,2 millones de euros. Duplicó los ingresos por abonados y socios, hasta 3,7 millones de euros y aumentó los ingresos por comercialización y publicidad un 22%, hasta 3,2 millones de euros. Pese a esto, los ingresos por retransmisiones de hundieron un 19,5%, hasta 7,7 millones de euros.
Estoy de acuerdo en que supone una ventaja para los equipos descendidos. Pero tampoco han ascendido nunca los mismos 3 equipos que habían bajado la temporada anterior. Las Palmas, Almería, Gerona, Elche por poner como ejemplos han ascendido sin contar con dichas ayudas. Lo que tenemos que hacer es mirar qué hay que hacer para ser uno de esos equipos que ascienden sin ayudas…
Ya estamos poniendo la venda antes de sufrir la herida.
Otros equipos han demostrado que con presupuestos muy bajos han ascendido, o han jugado el play-off, sin ir más lejos el Albacete está misma temporada,(presupuesto número 20,de 22)
El dinero es basico como se esta viendo pero tener los mejores jugadores no garantiza el ascenso. De sobra es sabido que el Zaragoza descendió con un equipazo plagado de internacionales. Un equipo compuesto por buenos jugadores de valía demostrada, buena gestión de la propiedad y de la dirección deportiva, y buena gestión y dirección del cuadro técnico es la clave. En una competición tan larga donde pueden pasar tantas cosas el factor suerte también influye. Si se consigue quitar todo ese lastre de jugadores con los que no se cuenta y se traen jugadores del perfil que he comentado podemos empezar a ilusionarnos.