El conjunto aragonés, custodiado por sus centrales y Cristian y sufriendo hasta el tuétano, firma su quinta victoria frente a un Cartagena muy superior con balón que cae víctima de dos graves errores (1-3)
El Real Zaragoza conserva el liderato con su quinta victoria consecutiva de la temporada. Es la mejor noticia que se puede extraer de un partido de múltiples hemorragias contenidas por los constantes torniquetes de Cristian y sobre todo del debutante Mouriño y Jair. El Cartagena le puso todo tipo de banderillas por los costados con Jansson y Arnau Sola, e hizo que sus picadores se recrearán por dentro con las puyas de Jairo, Jony Álamo y Héctor, pero le faltó espada para matar y cometió errores monumentales contra un animal al que, en el peor de sus días, no se le puede dar la espalda. Este encuentro lo ganó el conjunto aragonés por mantener el aliento pese a las numerosas heridas y lo perdió el Efesé, picudo y veloz en sus circulaciones ofensivas aunque penitente de fallos que no se pueden consentir: un despiste en un córner que permitió asistir a Nieto sobre Manu Vallejo, un gol en propia meta de Alcalá después de que Arnau hubiese empatado el choque en pleno aluvión local y una salida nefasta de Marc Mateu que Mollejo, más pícaro, aprovechó para hacer el 1-3 definitivo con la portería desnuda y el encuentro yéndose al ocaso.
El marcador anuncia un triunfo cómodo con vuelta al ruedo. Nada más lejos de la realidad. El Real Zaragoza, con estrenos en la titularidad de Mouriño en defensa y Manu Vallejo en ataque alternando su posición de extremo con la más centrada de Mesa, además de las inclusiones técnicas de Bermejo y Toni Moya en lugar de Valera y Francho, descubrió pronto que el partido iba a ser espinoso. El equipo de Víctor Sánchez, valiente, profundo y con el balón como herramienta de juego muy vivo, se tiró a la yugular de un rival dubitativo como nunca. Sin embargo, el Real Zaragoza golpeó primero desde el banderín de córner con Moya y Nieto sin marcajes para que el lateral centrara y Vallejo anotara a placer, de media verónica en el segundo palo. La ventaja no supuso un respiro. Al contrario. La lesión de Nieto y el boquete entre Gámez y Bermejo agravaron el panorama. Sin lateral zurdo, con Quentin aún en la nada para incorporarse, Jansson exprimió la mala gestión desde el banquillo zaragocista en el cambio, burló a Manu Vallejo en dos ocasiones y disparó al palo. El rechace lo cogió fuera del área Arnau Sola para batir a Cristian y desgarrar la imbatibilidad del argentino.
No había tregua del Cartagena, que quería más y sólo encontraba la oposición de Mouriño, estupendo recortador de balones cruzados, y de Jair, una vez más con el traje de bombero calado hasta las cejas. Cristian hizo el resto para evitar la segunda diana con un vuelo de acrobacia invertida digno del Circo del Sol que impidió que el tiro de Jairo acabara dentro. En pleno bombardeo, Alcalá dirigió mal la pierna para despejar un centro de Moya y dibujó un gol de categoría en la meta de Marc Mateu. Líder también de la fortuna, el Real Zaragoza se fue a la enfermería con varias cornadas pero feliz. Al volver, siguió en esa línea temerosa, con la pelota muy lejos de sus pies, poniendo vendajes con los entradas de Francho, Mollejo, Grau y Valera. Umaro probó la calidad del poste de Cristian… Hubo un pasaje final de menor angustia, principalmente causado por la intervención de los nuevos en un mayor control y por la bajada de revoluciones del enemigo. Bakis, liberado y más protagonista que nunca, casi sentencia con un petardazo seco para después, en una contra, cargarse de egoísmo en lugar de asistir a quienes venían con mejor visión y posición de disparo.
Se encargó Marc Martínez de hacer olvidar a Alcalá con una salida trufada de varias malas decisiones. Mollejo, que otra cosa no tendrá pero pillería le sobra, adivinó el amago del guardameta, le birló la pelota y la condujo con una sonrisa hasta casi dentro de la red. Ahí estaba el líder dejando atrás una tarde de mil demonios, con la puntilla asomando en la nuca, con los mulilleros reclamados en varias ocasiones para retirar su cuerpo del partido. Ganó contra las tablas. El fútbol también es esto, pero conviene no acostumbrarse a darse alegrías con la muerte en los talones.
Cartagena: Marc Martínez; Jansson (Juan Carlos Real, m.63), Gonzalo Verdú (Luis Muñoz, m.46), Alcalá, Fontán (Alarcón, m.89), Arnau Solà; Jony Álamo (Embaló, m.63), Hevel, Jairo; Iván Ayllón (Juanjo Nárvaez, m.63) y Alfredo Ortuño.
Real Zaragoza: Cristian Herrera; Fran Gámez, Jair Amador, Mouriño, Carlos Nieto (Lecoeuche, m.33); Marc Aguado, Toni Moya (Francho Serrano, m.65), Bermejo (Germán Valera, m.78), Maikel Mesa (Jaume Grau, m.78); Manu Vallejo (Víctor Mollejo, m.65) y Bakis.
Goles: 0-1, M.16: Manu Vallejo. 1-1, m.32: Arnau Ortiz. 1-2, M.39: Alcalá, en propia puerta. 1-3, M.92: Víctor Mollejo.
Árbitro: Saúl Ais Reig, del comité valenciano. Mostró la tarjeta amarilla a los local Jony Álamo (m.37) y Alfredo Ortuño (m.85) y al visitante Jair Amador (m.43).
Incidencias: Partido correspondiente a la quinta jornada de Segunda División de fútbol que se disputó en el estadio Cartagonova de Cartagena ante 8.598 espectadores. Antes del inicio del encuentro se guardó un minuto de silencio en memoria de las víctimas del tráfico terremoto producido en Marruecos.
❝Es un partido de los que hace madurar a un grupo❞
🎥 Fran Escribá pic.twitter.com/SaGF4YdwcS
— Real Zaragoza 🦁 (@RealZaragoza) September 10, 2023
Muy mal partido. Pero todos contentos por esta victoria inmerecida.
Hubo momentos en la segunda parte en las que el equipo fue superado y borrado del campo, aparte de los tiros a los palos y el gol en propia meta
Advierto que atravesamos una racha muy afortunada que no durará siempre.
Hay que vencer y convencer. No se pide un futbol espectaculo en esta categoría, pero con esa forma de jugar, en la que el portero es tan protagonista pues no para de recibir balones comprometidos de los defensas y los medios, éste es un defecto que no se corrige, pronto seremos apeados de los puestos de ascenso directo.