El Real Zaragoza de Jorge Mas requiere una plantilla renovada

Por muy tozudo que se ponga el Real Zaragoza en las diez jornadas que restan para el término del torneo, tiene la salvación a una victoria de distancia como mucho, triunfo que podría lograrse este mismo viernes contra el Amorebieta en La Romareda. El futuro del club, de la institución, ocupa de lleno el interés general del aficionado, desplazando a una recta final de Liga en la que se aspira a ofrecer la mejor imagen posible, nada que ver con lo acontecido en Cartagena. Las declaraciones de Jorge Azcón en la mañana del lunes, anunciando que en los próximos días habrá noticias de la compraventa y del nuevo estadio, son un claro indicativo de que existe una relación entre ambos asuntos y de que, efectivamente, algo se anunciará de manera inminente. En el podio de preferencias se ha quedado solo el grupo inversor estadounidense que lidera el magnate Jorge Mas, que llegaría en principio con 16 o 20 millones de euros, según qué fuentes se consulten, para hacer frente a los avales que tiene la Fundación Zaragoza 2032, 11 millones en total con Caixabank, más el pago del 91% de las acciones de los mayoritarios que, en palabras del consejero Fernando de Yarza, quedaría pendiente para cuando se produjera el ascenso. El objetivo es elevar el límite salarial y aplicar una hipotética ampliación de capital. Con esa inversión de la nueva propiedad se afrontaría una mejora de la plantilla, pero sin suficiente cuajo como para definir al Real Zaragoza como un serio aspirante a estar entre los seis primeros.

Los hilos se están moviendo entre bastidores pero resultan aún demasiado finos mientras no se conozca con exactitud todos los detalles de la operación de compraventa una vez firmado el acuerdo y realizado el cambio accionarial. Mientras se concreta ese trasvase de propiedad, existen un colapso y un retardo administrativo deportivo a la hora de tomar decisiones que afectarán al proyecto de la próxima temporada. Con o sin Raúl Sanhellí al mando de las gestiones, se antoja muy complicado la construcción de un equipo de altura competitiva a corto plazo. El Real Zaragoza se presentará la próxima campaña con la base de futbolistas con contrato en vigor, un columna vertebral que en el anterior curso y el actual ha dado justo para la permanencia. La aportación de la cantera ha sido fundamental en ese contexto, aunque no se la puede entregar en exclusiva la responsabilidad de un programa de ascenso. El regreso a sus clubes de los cedidos Álvaro Giménez, Nano Mesa y Borja Sainz; el porvenir de Miguel Torrecilla y Juan Ignacio Martínez y la renovación de contratos y de mejora salarial de Francho Serrano, Alejandro Francés e Iván Azón están amontonados sobre una mesa en la que debería haber ya negociaciones abiertas o cerradas también en el mercado de fichajes.

El vestuario actual no da motivos para ser muy optimistas si repite como eje principal deportivo del grupo inversor americano. Hay profesionales que encajarían para plantear una meta ambiciosa, pero la mayoría, como se ha demostrado, dispone de prestaciones de nivel medio.

Cristian
A sus 36 años, el portero continúa elevándose por encima de sus compañeros. Pese a que este año ha combinado instantes de dudas y paradas majestuosas, ha vuelto a demostrar que es un guardameta fiable por sus intervenciones y por su liderazgo en el campo. No obstante, es un riesgo dejarle una vez más solo frente al peligro, sin un segundo de a bordo de confianza.

Ratón
Cumplidor y en algunos casos con notable respuesta cuando se le ha requerido, en sus seis temporadas en la primera plantilla no sólo ha luchado contra un mito como Cristian sino también frente a una cualificación cuestionada por vivir constantemente bajo el larguero. Hace un año se intentó su cesión al Nástic pero la operación se abortó por un desencuentro entre los clubes y no llegó el elegido, René Román, para una plaza que necesita un portero de mayor envergadura competitiva.

Gámez
Arrancó como una moto y es el máximo asistente del Real Zaragoza con tres pases que han acabado en gol. Su despliegue vertical y su constante participación, no obstante, han perfilado un futbolista interesante sin más, con momentos de brillantez ofensiva, centros de irregular destino y una trabajo defensivo que no supera la corrección.

Vigaray
El mejor lateral posible vive en la enfermería y será muy complejo que salga de esa prisión física, de las continuas lesiones que ha sufrido en el Real Zaragoza. Con 27 años, este curso no ha disputado aún un solo segundo ni lo hará.

Jair
Un buen central para Segunda, expeditivo, sobresaliente controlador del juego aéreo tanto en defensa como en ataque. Aun así sufre episodios de falta de concentración, no muchos pero sí los suficientes. Su rendimiento está muy ligado a la inspiración de Francés.

Francés
El futbolista de mayor proyección de la plantilla. Tendría cabida en cualquier proyecto ascensor. Jerarquía, inteligencia, lecturas correctas de lo que exige cada momento y un apetito voraz para seguir creciendo.

Lluís López
Un suficiente raspado. Es el tercer central, con porte elegante y un buen desplazamiento en largo. Defensivamente le falta músculo y decisión en acciones que requieren contundencia. En algunos de los goles encajados ha pecado de suficiencia y blandura.

Nieto
Después de dos temporada siendo importante con objetivos tan dispares como el playoff y la permanencia, ha perdido pujanza, adelantado por la mejor versión de Chavarría y por una cierta indolencia cuando ha tenido su momento.

Lasure
Recuperado de su enfermedad, el zaragozano, que fue renovado hasta el 2023, figura como tercer lateral izquierdo.

Chavarría
La continuidad y ajustarse al lateral como posición definitiva han disparado su descaro e influencia cuando decide subir, pero sobre todo en labores de contención. Ha hecho de su carril una propiedad privada y se aplica en ayudas a sus compañeros de línea. Muy aprovechable.

Petrovic
Es un futbolista fuera de onda y de tiempo. Torrecilla y JIM le han entregado la dirección táctica del equipo pero el serbio, que con la pelota en los pies aún deja alguna señal de la calidad que tuvo, ha perdido varias velocidades para imprimir la circulación adecuada a sus compañeros y para replegar cuando lo exige el guión

Zapater
El capitán está ahora mismo para puro acompañamiento. Estupendo tras su resurrección deportiva y clave en la permanencia del curso pasado, le resta un año de contrato que supondrá su retirada del fútbol.

Grau
Su problema cardiaco, ya intervenido y en fase de recuperación, frenó a un futbolista del que se esperaba un tono medio y que se ha convertido en el centrocampista más productivo, incluso con goles nada más debutar. Barre y juega con mucho criterio. Da la impresión de que sus mejores momentos están por llegar.

Vada
Un jugador perdido para la causa. Dejó destellos y cuatro goles al comienzo, pero poco a poco se descubrió su tendencia al anarquismo y al desorden, con un carácter de imprevisibles reacciones. Humo en Segunda.

Eugeni
Está haciendo un buen trabajo por la ausencia casi absoluta de centrocampistas con capacidad creativa. Además tiene en un pie con mira telescópica en las acciones a balón parado, un arma fundamental en esta categoría. Físicamente va justo.

Francho
Indiscutible en este equipo pese a que le falten muchos detalles de tecnificación. Mientras supera sus periodos de aprendizaje, su capacidad para abarcar campo de costa a costa resulta vital para un Real Zaragoza de trote moroso y sin apenas personal para el contragolpe.

Bermejo
No es sencillo saber si ha alcanzado la madurez o atraviesa un periodo de máxima inspiración. Donde antes elegía mal con el balón muy a la vista de sus marcadores, ahora emerge un futbolista con personalidad competitiva, capacidad defensiva y un notable manejo de los tiempos del partido.

Narváez
Se ha ido. Por problemas físicos según el parte de su entrenador, el colombiano no aporta casi nada desde hace meses. Ni marca, ni dispara, ni amenaza cerca del área. Sus méritos se reducen a provocar faltas a favor.

Sabin Merino
Nunca ha sido un goleador ni lo será, por lo que su adquisición con un contrato de tres años más lo que resta resulta incomprensible si no es dentro de la cabeza de un Torrecilla que necesitaba salir de un apuro en invierno y agarró lo primero a mano.

Azón
Desde el banquillo es un crack. Siempre y cuando el resultado en contra sea asumible para el gigante aragonés cuando salta al campo para solucionar problemas. JIM le niega la titularidad por decreto cuando no tiene competencia por delante. El ariete tiene un gran futuro, pero empezando desde la titularidad. No puede ser aún el emblema atacante de un Real Zaragoza nuevo. ¿O sí?

Puche y Angel López
El primero, que dio la victoria ante el Fuenlabrada y debutó de inicio en Cartagena, con su chispa está cumpliendo muy por encima de las expectativas, mientras que del lateral se desconoce su respuesta en Liga porque el entrenador no cuenta con él ni cuando falta Gámez.

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