El conjunto busca una victoria en el Carlos Tartiere que le daría la salvación si el Eldense no gana en Castalia
Con cinco puntos de renta sobre el Eldense, el Real Zaragoza tiene margen de error para conseguir la salvación en una de las dos próximas jornadas, pero intentará finalizar cuanto antes con su angustioso objetivo. Para quedarse en Segunda por decimotercera temporada consecutiva, este domingo (16.15) sólo hay una combinación: que sume los tres puntos en su visita al Carlos Tartiere y que el conjunto de José Luis Oltra no venza en su desplazamiento a Castalia. La dificultad de derrotar a un Real Oviedo que, viendo que el ascenso directo se le escapa juega por asegurarse la promoción, es máxima no sólo por la calidad del rival sino también por la poca chicha competitiva del cuadro aragonés, que se acaba de deshacer de dos descendidos sufriendo hasta la última pedalada. El premio, sin embargo, es tan jugoso para el equipo de Gabi Fernández que merece la pena salir a dar la campanada con, por supuesto, la mirada y la atención puesta en lo que ocurra a 815 kilómetros. Para el Eldense la cosa tan poco está sencilla porque su adversario sigue pendiente de confirmar su continuidad en la categoría. Por esa incierta autovía secundaria, el Real Zaragoza debería apretar el acelerador porque si echa el freno a su ambición, una hipotética victoria de los alicantinos le pondría de nuevo el corazón en un puño.
La remontada contra el colista Cartagena fue una bendición, pero en mitad de la macrofiesta que se montó en La Romareda, nadie brindó por la confianza. Su fútbol, condicionado sin duda por un estado psicológico que achata sus escasas virtudes, no es ninguna garantía. El Real Zaragoza, a estas alturas, ya es sólo corazón: el de Guti, que no estará por sanción; el de Pau Sans, el único dispuesto y cualificado para aventuras personales; el de Francho, quien aun martirizado de lateral derecho tira del carro con los bueyes del compromiso y del escudo. También el de Arriaga, que regresará a la titularidad una vez superadas las molestias de rodilla con su omnipresencia física y su capacidad de pétreo duelista ganador por tierra, mar y aire. Lo demás es todo una moneda al aire, con una defensa a la que es posible que vuelva Calero si Gabi decide prescindir del superfluo Aketxe y devolver a Francho a su jardín preferido, el centro del campo. Un retaguardia permeable a cualquier contratiempo y perezosa en la primeros minutos de los partidos, donde le castigan con dureza.
Gabi Fernández no presentará una batalla abierta –nunca lo ha hecho– porque ya ha dejado claro que no se fía lo más mínimo de la plantilla como para lanzarse al vacío venga quien venga en el calendario. Además, el Real Oviedo de Paunovic, quien coincidió con Gabi en el Atlético, tampoco invita al intercambio de golpes, una escuadra compacta bajo la batuta de oro de Cazorla y el martillo de Alemao que cuando despliega sus alas, sobre todo si lo hace con Hassan ya que ha perdido para lo que resta de curso a Ilyas Chaira, matador en el encuentro de La Romareda, por una luxación en el hombro. El técnico, esta vez más que nunca, planteará el choque, si es posible, en función de un mayor control de las operaciones. De ahí que el blindaje de la medular, siempre y cundo Moya se mantenga en el once, pueda condicionar el ataque. En el caso de que formen en el doble pivote Francho y Arriaga, Ares y Sans, de lo mejor en los últimos tiempos, defenderán sus posiciones en la alineación. En punta se abre un abanico, aunque Soberón y Dani Gómez parecen tener ventaja sobre Marí y un Bazdar fuera por completo del tarro. Ganar en el Carlos Tartiere sería una hazaña aunque debe afrontarse como una obligación. Si luego pincha el Eldense (no vence), este maldito viaje llegaría a su fin sin más peajes ni ansiolíticos de por medio.
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23 convocados por Veljko Paunovic para el #RealOviedoRealZaragoza#RealOviedo ⚪
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Desde luego que sería una campanada vencer al Oviedo. ¿No se dice que esta categoría es tan complicada y sorprendente? A ver si mañana se cumple este dicho y nos llevamos los tres puntos. Arriba le daría, de inicio, continuidad a Gómez junto a Soberón.