El cálculo de establecer la distancia con la promoción de ascenso a la actual diferencia con el sexto, cuatro puntos que podrían ser cinco, es una maniobra interesada o estúpida. En cualquier caso, ruin
Depende de cómo haya ido la jornada, te tienes que desayunar con la noticia de que el Real Zaragoza está a tantos puntos de la promoción de ascenso. A día de hoy, y y según se lee y se escucha, el conjunto aragonés se encontraría a cuatro del playoff tomando como referencia la sexta plaza propiedad del Real Oviedo y sin considerar que serían cinco si el Valladolid se impone esta noche al Racing: como los asturianos disponen de 37 y nosotros de 33, pues salen redondas las cuentas sin contemplar siquiera los coeficientes goleadores en caso de empate o empates. Esta cálculo se podría traducir, no sin dejar de poner cara de extrema candidez, que sacando esos cuatro puntos con Sporting y Eibar, próximos rivales del equipo de Julio Velázquez, habría que celebrar el éxito de la clasificación para las eliminatorias que dan derecho a la lucha por subir a Primera. El resto de la temporada, es decir se planificaría para preparar con calma y emoción los cuatro partidos definitivos. Bromear con la calculadora con el ánimo de parecer más zaragocista que nadie o intentar engañar al lector y al oyente con tal de mantenerle en vivo frente al papel, el micrófono o las cámaras es de ruines sean interesados o estúpidos.
El Real Zaragoza no se merece un respeto, sino todos. Con once campañas en Segunda repartidas entre los reinados de Agapito Iglesias, la Fundación y la multipropiedad que preside Jorge Mas, qué menos que informar al seguidor con la verdad de lo que es evidente. Para hacer la operación correcta no hace falta estar doctorado en Matemáticas, tan sólo matriculado en decencia y en lo que relata la historia de esta competición. La media para conquistar la sexta posición, abierta una pequeña horquilla en función de cómo se haya desarrollado el torneo, es de 64 puntos. Con 33 en su poder, tendría que añadir 31 más en los 18 encuentros pendientes, nada menos que el 61% de lo que queda en juego. Para ser más ilustrativo: con ganar 11 partidos lo tiene hecho. La dificultad, sin computar sensaciones ni resultados pasados o recientes, es colosal. La posibilidad, aun remota existe, pero ceñirla a la métrica de los cuatro puntos en lugar de los 31 es un embuste que delata el tamaño de la ridiculez de sus autores. En el caso de vencer al Sporting el próximo lunes, en la madrugada del martes las campanas tañerán por un Real Zaragoza campeón. Con ese triunfo, todavía le faltarían 28 puntos para celebrar algo. La ilusión no se mancha, y hay que dignificarla con la realidad que, en realidad, a nadie escapa.
Digan lo que digan los cálculos estadísticos, las prospecciones y las fatuas ilusiones. No se conseguirán esos 31 puntos necesarios para estar entre el tercero y el sexto. Lo impide el bajo nivel del equipo. Veo casi todos los partidos de la categoría por TV y aseguró que si la clasificación se establecera, no por los resultados sino por la calidad del fútbol desplegado estaríamos en descenso automático. Casi todos juegan mejor al fútbol que nuestro equipo.
Olvídense de especulaciones numéricas.
Esta es la realidad. Otro año en Segunda. Lo inteligente sería en comenzar a preparar la confección de la próxima temporada, a ver si de una vez, dan con la tecla, sin vender humo como este año. La plantilla está sobrevalorada y jaleada desde el Club y la prensa amiga. Y tengo dudas sobre Sanllehí, Cordero y Velázquez. Ojalá esté equivocado.