El conjunto asturiano juega hoy su partido número 113 contra el aragonés, el equipo al que en más ocasiones se ha enfrentado a lo largo de su historia
Ningún otro equipo tiene más historia competitiva para el Sporting que el Real Zaragoza, el club al que en más ocasiones se ha enfrentado a lo largo de su biografía desde que viera la luz en 1905. Hoy jugarán su partido número 113, con El Molinón como escenario y en el contexto de Segunda División, categoría en la que han coincidido en 11 de las 13 últimas nueve temporadas y donde cruzaron por primera vez sus caminos en la campaña 1935-1936. En total, en la categoría de plata se han encontrado en 36 oportunidades (dos de ellas en citas correspondientes a Promoción de ascenso), 66 en Primera, 8 en Copa y 2 en Copa de la Liga. Esta dilatada trayectoria compartida está trufada de numerosas anécdotas, las más recientes ver cómo Julio Velázquez se imponía a Miguel Ángel Ramírez en La Romareda por 3-0 y el segundo, ya como entrenador del Real Zaragoza, no pasaba del empate en casa ante el Sporting de Rubén Alves (1-1) el pasado ejercicio.
Joaquín y Jiménez, dos instituciones del club rojiblanco en su época dorada de la década de lo 80, figuran en el top ten de futbolistas que en más ocasiones han jugado frente a la escuadra blanquilla. Ambos tuvieron en el Real Zaragoza el adversario principal en sus carreras, mientras que Cedrún e Higuera aparecen como los zaragocistas con más confrontaciones ante el Sporting, que sufrió más nunca en el primer lustro de los 90 en estos duelos. El Real Zaragoza le derrotó en siete partidos de 1991 a 1995, apeándole en los octavos de final de la Copa que el equipo de Víctor Fernández perdería en la final ante el Madrid y Urío Velázquez, además de imponerse por 0-3 y dos años después por 1-3 en El Molinón tras remontar el gol de Pier con tantos de Poyet, Pardeza y Esnáider en la antesala de la final de la Recopa de Paris. En ese encuentro se lesionó Juanmi y tuvo que salir Cedrún, quien el 10 de mayo sería titular contra el Arsenal cuando estaba previsto que lo fuera el cartagenero.
Cuando lees nombres como Joaquín, Jiménez, Cedrún e Higuera, se pone la «gallina en piel». Porque lees los nombres de ahora y se ponen los pelos de punta y el corazón encogido. Qué mala enfermedad estamos teniendo los zaragocistas.