El Real Zaragoza impone su fuego en el volcán

El conjunto aragonés, sostenido por Poussin frente a la elegancia ofensiva del Levante, acaba por ganar y retomar el liderato con una furiosa reacción y un gol sublime de Bazdar (2-1)

Hay que dejar a Poussin en el lugar que le corresponde de la celebración de una victoria espectacular por el desarrollo del partido, donde el Levante desplegó su elegancia y dispuso de ocasiones y el Real Zaragoza acabó por imponer su furia y su clase en la figura de Bazdar, autor de un tanto exquisito para sumar los tres puntos. El portero, que venía de parar un penalti en Burgos, realizó un par de intervenciones sensacionales cuando el equipo de Julián Calero se despojó de su timidez inicial. El francés, con explosividad y reflejos, evitó el gol de Carlos Álvarez después de un rechace del palo a tiro de Brugué , y más tarde sacó un pie salvador con Brugué también de protagonista.  Por el diámetro de un hilo de cobre no pudo impedir que el remate de Morales que suponía el empate rebasara la línea. Se estiró como un gato alado, pero no llegó a tiempo de la parada del siglo.

El triunfo pasa por Poussin, aunque no se detiene sólo en el guardameta. El Real Zaragoza, con un adversario dejándole los espacios y el balón, supo elevarse sobre la calidad colectiva e individual del Levante con arrojo, sin medias tintas. Como le gusta a Francho, quien, titular en lugar de Aguado, acudió con el alma a una asistencia de Liso al corazón del área . Le trocharon la pierna y el penalti lo transformó Soberón. No era una noche fácil, ni mucho menos, con Tasende sumándose arriba con alegría pero dejando su pasillo demasiado desprotegido, agujero que Víctor Fernández taponó en la segunda parte con un Clemente mucho más ordenado (el lateral, con un esguince de tobillo, había pedido el relevo en el descanso).  La amenaza era constante pese a que Morales fuera el único delantero. Kochorashvili, con un despliegue impresionante, lo motorizaba todo y un disparo suyo se fue alto por poco. Pampín tampoco acertaba una deliciosa dejada de Carlos Álvarez…

Aunque hubo instantes de sufrimiento, el Real Zaragoza no se arrugó nunca. Sorteó la crisis impulsado por una fe extraordinaria, lo que hizo que los dioses le premiaran ante su emotivo sacrificio en el volcán en que convirtió la segunda mitad. Manifestó una superioridad superlativa en el tiempo que el partido pedía personalidad y valentía, e incendió el encuentro con sangre y el fútbol apasionado de Liso, la decisión de Moya y Francho para abrazar campo y recuperaciones y el trabajo de un Calero inmenso, incombustible abajo y a punto de marcar con un lanzamiento que besó el larguero de Andrés Fernández, quien ya había tenido que emplearse a fondo mucho antes en un balazo zurdo de Liso.

Los cambios lo cambiaron todo. O más bien acompañaron a refrendar la ambición del Real Zaragoza, insaciable pese a ser consciente de los riesgos, respuesta que hizo tambalearse al Levante de Kochorashvili.  Bazdar y Aketxe, reservados por prudencia, se incorporaron a la batalla para darle al ataque la clarividencia que Soberón, muy trabajador, y Ares,  todavía sin despegar lo suficiente, no habían podido ofrecerle. El vizcaíno, quien reventó la portería en una falta directa de su cosecha, comenzó a bailar entre líneas y el balón adquirió movimientos juguetones en tres cuartos, un cóctel combinativo que hizo al Real Zaragoza mucho más afilado. La entrada de Azón por Marí impregnó de pólvora el frente ofensivo ante un adversario sentado en la mesa del empate con una soga al cuello para firmar el reparto de puntos.

No quisieron Víctor y tampoco sus futbolistas, que echaron más leña en la sala de máquinas de una victoria de la que se sentían dueños. Una diagonal de Azón acabó en los pies de Bazdar. El serbio amagó con al derecha, se orientó la pelota hacia la izquierda y eligió la ratonera más alejada de Andrés Fernández para firmar con oro líquido su primer tanto de la temporada, el de una victoria y una vuelta al liderato sembrados en el área pequeña de Poussin y recogida después de surfear por la lava de un partido volcánico y emocionante al que entregaron en ofrenda el cuerpo gigante del Levante. La Romareda activó el botón de los sueños.

Real Zaragoza: Poussin; Calero, Lluís López, Vital, Tasende (Clemente, m.46); Adu Ares (Bazdar, m.68), Francho, Toni Moya, Liso (Nieto, m.94); Soberón (Aketxe, m.46) y Marí (Iván Azón, m.75).

Levante: Andrés Fernández; Andrés García, Dela (Clemente, m.89), Elgezábal, Pampín; Kochorashvili (Lozano, m.79), Oriol Rey (Iborra, m.70); Carlos Alvarez, Pablo Martínez, Brugué (Espí, m.79); y Morales (Romero, m.70).

Goles: 1-0, m.14: Soberón, de penalti. 1-1, m.40: Morales. 2-1, m.85: Bazdar.

Arbitro: Sánchez López (Comité de Murcia). Amonestó con tarjeta amarilla a Toni Moya, del Real Zaragoza

 

One comment on “El Real Zaragoza impone su fuego en el volcán

  • El maño de Vilassar 2 , Direct link to comment

    Victoria in extremis ante seguramente, el mejor equipo visto hasta ahora junto al Burgos. De largo el partido que hemos sufrido más de los 6 disputados hasta ahora ya que sinó fuera por Poussin y Vital, estaríamos hablando de otra cosa. El sábado que viene toca visitar el difícil campo del Molinón, a seguir sumando.

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