El Real Zaragoza pierde con un equipo de Primera

El conjunto aragonés, intrépido pero con poco fútbol, claudica por segunda vez en casa contra un rival muy superior y su líder ofensivo, un majestuoso Luis Suárez que dio la victoria a los de Rubi con dos goles (1-2)

La diferencia en el marcador a favor del Almería no explica la distancia que hubo entre los andaluces y el Real Zaragoza. Los detalles con el balón y las individualidades, sí que describen el abismo que separa a unos y a otros pese a que el equipo de Rubi acudiera haciendo aguas en defensa y en posición de descenso. El corajudo conjunto de Víctor Fernández se batió contra un adversario de Primera, y perdió porque no le alcanza la calidad para superar este tipo de exámenes de máxima exigencia. El Racing ya le advirtió de que por muy igualada que sea esta Liga, el manejo de la pelota y una idea bien preconcebida y ejecutada establecerán las jerarquías tarde o temprano, un par de cuestiones que el Real Zaragoza no ha encontrado todavía aunque haya sumado puntos por el camino. El Almería, sumido en una crisis de las que tumban el alma, se lo confirmó con su rico talonario futbolístico. A ese argumento recurrió su entrenador después de ser humillado desde que comenzara la competición. La fortuna de recursos, la variedad de jugadores y un Luis Suárez majestuoso en sus apariciones fueron un muro insalvable para el conjunto de Víctor Fernández, muy orgulloso e intrépido pero de insuficiencias notables para escalar alturas cualitativas como las que propuso el Almería.

Sólo hubo en momento en el partido donde el Real Zaragoza tuvo respuesta, después de que Melamed y Luis Suárez trenzaran con hilo de oro una pared dentro del área local, belleza que cortó Bare derribando al colombiano. El cafetero marcó el penalti que Poussin adivinó sin poder detener el disparo. Era el minuto 5, confirmándose esos arranques perezosos que luego conducen a acciones heroicas y remontadas contra diez, como sucedió en Tenerife. Azón, relevo de Soberón, cabeceó el empate en un córner botado por Toni Moya, otro que entró en la alineación junto a Keidi Bare. El ariete respondió puntual a su autoridad aérea en el minuto 12, confirmado que la defensa del Almería es muy vulnerable. Con el 1-2 y la hora del bombardeo, Víctor Fernández lo sacó del campo por el glacial Marí, decisión que el entrenador deberá justificar porque chirría, al igual que prescindir del canterano y no de un Bazdar eclipsado por sí mismo, fuera de lugar para entrar en contacto con el balón y sin energía alguna. La igualada animó a la grada, pero cada vez que entraban en escena Melamed, Arribas, Baptistao y Suárez parecía que los V2 sobrevolaban Londres. Además, la inmensidad física y técnica de Baba en el centro del campo estrujó a Bare, sustituido por Francho, y a Moya, con lo que el encuentro pasó a manos de un Almería firme atrás, intimidado de vez en cuando por Liso y su innegociable tenacidad.

La sensación de derrota se posó en La Romareda después de una larga tregua en la que se lesionó Tasende, sustituido por Clemente. El anunció de la entrada de Francho por Aketxe, que no volvió a hacer algo  destacable muy por dentro, nada bueno anunciaba. Cada salida del Almería desde su campo poseía el aroma a combinación, a profundidad, a llegada con peligro. Cada intento del Real Zaragoza era a toque de corneta, con corazón pero pocas herramientas para construir una respuesta seria. Poussin contuvo el empate tras un trallazo de Melamed; Arribas dejaba la marca de sus esquís con un eslalon de regates sublime en la nieve blanda de la defensa blanquilla; Baptistao era demasiado cuerpo para Vital y Lluís López, que se olvidaron de cerrar la puerta a Suárez en una asistencia envuelta en papel de regalo de Nico Melamed. El cafetero arrancó con un motor de una cilindrada imposible para los centrales, que le escoltaron hasta que se plantó ante Poussin y le batió con delicadeza. Rubi, temeroso de que el tesoro de la tercera victoria de la temporada se le escapase, fue quitando del campo a los esgrimistas y se refugió con dobles laterales y, al final, Kaiky, un tercer central.

En el desordenado acoso, con Pau Sans de nuevo como aislado futbolista con capacidad para pensar, Clemente tuvo el empate en un barullo, pero Fernando atajó el tiro cercano con decisión. Nadie, salvo Azón, Liso y Pau Sans en el 50 aniversario de la Ciudad Deportiva, tuvieron algo de notoriedad a remolque de un Almería que subraya algunos asuntos ya descubiertos en otras jornadas. La mayoría de los futbolistas que llegaron en el mercado de verano ofrecen lo justo o muy poco, como Aketxe, Adu Ares y Marí, con Gori inédito y Kosa desplazado a la casilla de tercer central, y la defensa, con diez goles encajados en las últimas seis jornadas, da señales de una fragilidad con ecos de mala gestión en la ventana estival.  El Almería se llevó los tres puntos y dejó al Real Zaragoza en su sitio, como uno más de Segunda. También añorando un Baba para medular y, cómo no, rindiéndose a Luis Suárez, elegante y exterminador, nuevo Pichichi de Segunda.

1 – R. Zaragoza: Poussin; Calero, Lluis López, Vital, Tasende (Clemente, m.40); Aketxe (Francho, m.46), Keidi Bare (Pau Sans, m.72), Toni Moya (Marc Aguado, m.92), Liso; Bazdar e Iván Azón (Marí, m.72).

2 – U.D. Almería: Fernando; Alex Pozo, Chumi, Édgar, Bruno Langa; Arribas (Marc Pubill, m.76), Melero (Gui, m.90), Baba (Centelles, m.83), Nico Melamed (Kaiky, m.90); Baptistao (Lopy, m.76) y Luis Suárez.

Goles: 0-1. M.7: Luis Suárez (penalti); 1-1. M.12. Iván Azón; 1-2. M.72. Luis Suárez.

Arbitro: Muresan Muresan (Comité valenciano). Amonestó con tarjeta amarilla a Bazdar y Vital, del Zaragoza, y a Edgar, Baba, Melero, Lopy, Fernando y Chumi, del Almería.

Incidencias: partido correspondiente a la décima jornada de LaLiga Hypermotion disputado en el estadio La Romareda de Zaragoza ante 20.814 espectadores

02 comments on “El Real Zaragoza pierde con un equipo de Primera

  • Leonardo , Direct link to comment

    Casi siempre el postpartido confirma los pronósticos razonados y objetivos que en este chat se hacen antes del partido.
    Se temía lo que acabó pasando, no falla.
    El equipo no cuenta con recursos para enfrentarse a equipos bien estructurados y sin fisuras en sus líneas. El levante, Santander Almería en la Romareda nos han marcando el peso real del equipo.
    Es un querer y no poder. Los jugadores hacen un esfuerzo encomiable, sobre todo con el marcador en contra, pero ahí acaba todo. Cuando finaliza el partido se aprecia la impotencia y la «insoportable levedad del ser» de nuestro querido equipo.
    Qué culpa podemos tener los aficionados que acuden a la Romareda o como es mi caso, viéndolo en TV.

  • Leonardo , Direct link to comment

    Por cierto. Estoy esperando un pequeño detalle en el campo por parte de Mari. Lo mismo digo de Aketxe hoy pases reiteradas al contrario y un tiro a las nubes. No funcionó el emparejamiento Aketxe – Moya. Mantequilla en el centro del campo frente al bisturí de Arribas Leo y Suárez. Se empiezan a ver las costuras de la parte contratante que nos trajo a estos jugadores. La nada con sifón.

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