El Real Zaragoza prescinde del doctor Ireneo de los Mártires

El club ha comunicado la despedida al internista, que ocupaba el cargo desde 2019, por las constantes quejas de los jugadores hacia su trabajo

Ireneo de los Mártires ha dejado de ser el jefe de los servicios médicos del Real Zaragoza, cargo que ocupaba desde 2019 cuando cogió el testigo de tomó el relevo de Honorio Martínez. El club le ha comunicado su despedida, fruto de algunos de los cambios que anunció Fernando López, director general, en la estructura del funcionamiento del equipo en áreas principales, pero sobre todo por la acumulación de quejas que se habían acumulado en los despachos hacia el desempeño de su trabajo durante estos dos últimos años. Esas reclamaciones procedían de los jugadores de la misma plantilla, descontentos con la forma de proceder del profesional.

Antes de finalizar el curso 23-24, en concreto confirmarse la permanencia, y antes de una comida informal entre la plantilla, los capitanes del Real Zaragoza, Cristian Álvarez, Jair Amador, Carlos Nieto, Lluís López y Maikel Mesa, mantuvieron una reunión con la directiva para analizar la temporada y sugerir mejoras en diferentes aspectos de cara al futuro. Uno de los temas tratados en profundidad fue el de los servicios médicos y la actuación de De los Mártires, quien fue señalado por los futbolistas como principal responsable del alud de lesiones del que sólo se libraron Jair, Francés, Mesa, Mouriño (este con una pubalgia todo el casi todo el año), Poussin, Rebollo, Grau y Sergi Enrich.

Las recaídas, los diagnósticos sin luz y la tardanza en las recuperaciones acapararon la conversación, en la que se expuso también el malestar y la desconfianza en el médico hasta tal punto que muchos de los damnificados tuvieron que buscar soluciones por su cuenta acudiendo a otras consultas ajenas al club. La cúpula trasladó a De los Mártires, quien compaginaba y no siempre ajustando su tiempo de trabajo y horarios –un tema muy comentado en la Ciudad Deportiva– su cargo en el Real Zaragoza con su especialidad en Medicina Interna y de Urgencia Hospitalaria en el Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa, esa intranquilidad de la plantilla del conjunto aragonés. En ese momento, su escapatoria o decisión fue prescindir de dos fisioterapeutas de la primera plantilla y poner sobre la mesa de las salidas el nombre de un miembro más del área de recuperación muy considerado por su profesionalidad entre los futbolistas, algo que en este caso no logró.

«Pienso que mi lesión no estuvo bien gestionada», dijo el pasado 29 de mayo Mario Soberón sobre el calvario que vivió el cántabro a lo largo del pasado ejercicio. Siendo el Pichichi del equipo con seis goles, una microrrotura a nivel de la musculatura isquiotibial en su pierna izquierda, producto de unas molestias que arrastraba y que puso en conocimiento de los servicios médicos sin que estos lo tuvieran en cuenta, fue el principio del calvario del punta. El jugador fue forzado y se rompió en el descanso ante el Tenerife. La cadena no paró: sufrió una nueva rotura, esta en el gemelo. Llegó a calentar en la eliminatoria de Copa ante el Granada pero se descartó al no verse al cien por cien. En Ipurua salió por Clemente en el 69 y en un golpeo minutos después notó molestias en el cuádriceps, terminó el partido y las pruebas revelaron que tenía una rotura en el recto anterior derecho. Casi tres meses de ausencias.

La traca de percances de de la campaña anterior comenzó por Joan Femenías, quien el debut en Cádiz, a los 60 minutos de juego, sufrió una lesión muscular a nivel del aductor largo de la pierna derecha. Una rotura en el cuádriceps dejó KO a Aketxe fuera de combate y un esguince en el ligamento deltoideo del tobillo izquierdo de Adu Ares no impidió sin embargo que el vasco pudiera seguir compitiendo. Contra el Elche en La Romareda, Bare fue víctima de su primer daño de alcance. Jair el central recibió un balonazo en el ojo que le produjo una uveitis traumática, situación que vivió también Cristian por otro pelotazo en el ojo que en este caso se tradujo en un fuerte traumatismo. Dani Tasende tuvo que abandonar la primera parte del encuentro frente al Almería y las pruebas le detectaron una rotura fibrilar grado I en el sóleo de su pierna izquierda. Bazdar cayó como consecuencia de una rotura en la musculatura isquiotibial de su pierna izquierda en el partido ante el Albacete; Kosa se le fracturó el maleolo peroneal de su tobillo izquierdo en la cita de Copa ante el L’Hospitalet; Bare acabó ante el Castellón con molestias en la rodilla, lo que le dejó fuera ante el Granada, el Huesca y el Málaga; Francho se quebró en el minuto 21 contra el Racing de Ferrol, con un parte médico que tardó diez días en ver la luz y que informó sobre una rotura fibrilar en el isquio de su pierna derecha.

La enésima lesión de Cristian, esta vez en el sóleo, empujó a que el guardameta diera por finalizada su carrera deportiva y se integrara en el club como Relaciones Institucionales; un desgarro en el sóleo de Iván Azón hizo que estuviera a punto de abortarse su traspaso al Como, negociación que finalmente se cerró; un fuerte pisotón en el pie derecho provocó una fractura en un dedo del pie a Carlos Nieto; Marcos Luna tuvo que parar por una rotura fibrilar en el sóleo de la pierna izquierda y Raúl Guti, uno de los tres fichajes de la ventana invernal, se sentó en el banquillo del Carlos Belmonte horas antes de que se le detectara una dolencia en el músculo semitendinoso. Esta tormenta de circunstancias, demasiadas mal resueltas en la enfermería, ha derivado en la salida de De los Mártires.

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