La secretaría técnica del Real Zaragoza, con el beneplácito de Fran Escribá, ha informado a Raúl Sanllehí para que estudiara la posibilidad de dar marcha atrás en la cesión de Makhtar Gueye y optar a la contratación en el mercado invernal de otro delantero. El club ha hecho llegar al consejo de administración esa posibilidad en función del escaso rendimiento del senegalés y de su absoluta falta de adaptación al equipo y a la competición española. La respuesta ha sido negativa puesto que el fichaje del atacante africano, a préstamo del KV Oostende hasta final de temporada con una cláusula de compra en caso de ascenso de tres millones de euros, fue una operación ejecutada directamente por el fondo de inversión y en la que no intervino Torrecilla, por entonces director deportivo.
En la negociación se establecieron unos parámetros, entre ellos la entrada del Inter de Miami como avalista, condición del contrato que en principio sería el gran obstáculo para cortar a Gueye en esta ventana. El senegalés, que fue presentado sobre la bocina del mercado de verano como la gran solución para poner fin a la sequía goleadora del conjunto aragonés durante las dos últimas temporadas y que cobra 700.000 euros brutos, ha disputado tan sólo cuatro partidos de titular, tres en Liga y la mitad del encuentro de Copa que se perdió contra el Diocesano, y no ha conseguido marcar. Antes de aquel encuentro del torneo del KO, el técnico solicitó cariño y paciencia convencido de que el futbolista sería útil en un futuro. Lo alineó y en el descanso lo dejó en el vestuario decepcionado por su nulo rendimiento ante un rival amateur.
El resto de sus apariciones en el once tampoco han sido muy agraciadas, al igual que cuando ha salido de revulsivo. Su inoperancia frente al marco contrario está siendo absoluta, pero lo que más ha llamado la atención es el bajo nivel de conceptos técnicos y de coordinación, aspectos que no han pasado desapercibidos para el cuerpo técnico ni para la afición. Se ha intentado por todos los medios que se deshaga el acuerdo con el club belga, pero Sanllehí ha traslado la imposibilidad de hacerlo.
Gueye, por lo tanto, continuaría hasta el final del curso sin frenar las intenciones de adquirir un nuevo delantero para subsanar las deficiencias arriba. Asimismo, el Real Zaragoza, en concreto Sanllehí con la asesoría de Jorge Ripollés y Álex Monserrate y las opiniones de Escribá, peina ya el mercado para añadir a la plantilla un extremo, un mediocentro con gol y un central. Antes afrontará las salidas de Quinteros, Petrovic, Lasure y Vigaray, además de solucionar el caso Igbekeme, con quien tampoco cuenta, tras su regreso del Columbus Crew y con contrato en vigor hasta 2023.
Bien, fantástico. Que le pague las mensualidades el inútil de Sanllehí. Menudo somarugo nos ha tocado, y encima tiene bajo nivel de conceptos técnicos y de coordinación…pues que entrene con los alevines de primer año. Golosinas no les faltarán.