El Real Zaragoza se queda junto al Racing, que ha perdido 0-1 contra el Real Oviedo en El Sardinero para continuar de colista, como uno de los dos equipos equipo de Segunda sin estrenar su casillero de goles a favor después de disputarse las tres primeras jornadas del torneo. Se repite así la misma situación de la pasada temporada, cuando estuvo las mismas fechas a cero acompañado de Burgos y Alcorcón. La falta de pegada le sitúa cercano del sótano de la clasificación sin pisar aún zona de descenso, y certifica que la hemorragia ofensiva sigue siendo su más grave y preocupante problema como equipo mientras se sujeta a su notable rendimiento defensivo.
A poco más de cuatro días para el fin del mercado de verano, el equipo que entrena Juan Carlos Carcedo continúa sin cerrar alguna de las operaciones que tiene abiertas para fichar el delantero que necesita de forma urgente, emergencia acentuada por la lesión de Iván Azón. Después de haber llamado sin respuesta a las puertas de arietes de todo pelaje y de haber recibido una lluvia de ofertas que no han despertado su interés, el muro del límite salarial le impide concretar alguna de las operaciones.
El club necesita liberar capital procedente de las nóminas de la plantilla y así lo ha hecho saber en el vestuario sugiriendo una rebaja del 10% en las ganancias de los futbolistas, pero la propuesta ha sido rechazada y la filtración de la noticia ha escocido entre los futbolistas al considerar que se les expone a la opinión pública en un tema que apuntan que debería haber quedado como asunto interno. El Real Zaragoza tiene pendiente la venta de Chavarría, que saldrá traspasado y permitirá que un porcentaje de esos ingresos se apliquen a reducir el límite salarial, y el deseo de desprenderse de Narváez y Petrovic, con dos de las fichas más altas, pero será complicado si no imposible llegar a un acuerdo con el serbio y el colombiano. Tampoco Buyla y Lasure se muestran dispuestos a aceptar la invitación de la dirección deportiva para tomen la puertade salida
Miguel Torrecilla y Raúl Sanllehí, con Carcedo trabajando con 27 futbolistas, van ya contra el reloj en esta última etapa para coger la rueda de una competición en la que, de afrontarla bajo mínimos en la delantera, podría conducir a una tesitura similar a las de la dos últimas temporadas, cursos en los que se luchó por la permanencia. El sueño y la pesadilla se entrecruzan durante estas horas de incertidumbre, con el Real Zaragoza a la cola de la clasificación del gol.