El récord del no deseado

Salir cedido del Real Zaragoza no es buen asunto. Muy pocos pueden decir que tras un periodo a préstamo para ganar minutos o experiencia lejos de La Romareda, regresen para ser importantes en el equipo. Enrique Clemente, sin ofertas concretas hasta el momento, está en capilla para recorrer ese camino por tercera ocasión, algo que no ha ocurrido jamás con un futbolista formado en la cantera. Janick Buyla puede seguir su camino después de haber pasado por UCAM Murcia y Nastic, y con Marcos Baselga, quien ha buscado fortuna en Atlético Baleares y Zamora, puede suceder lo mismo aunque en ambos casos se podría dar una rescisión de contrato.

El caso de Clemente es singular y se aproxima a lo inédito, además con un futbolista muy considerado que tuvo su peso en el equipo que disputó en el último playoff de ascenso con Víctor Fernández en el banquillo, justo después de haberse recuperado de una rotura del ligamento anterior de la rodilla derecha que sufrió con el Deportivo Aragón y de la que tuvo que ser intervenido en 2018. La sub 21 de Luis de la Fuente llamó a sus puertas en tres ocasiones en la fase de clasificación para el Europeo, como antes le había reclamado la sub 18… En contra de todas las previsiones, la dirección deportiva, con Lalo Arantegui al frente y el aterrizaje de El Yamiq, prefirió que el jugador saliese en dirección a Logroño, y su relevo en el cargo, Miguel Torrecilla lo envió a la Real Sociedad B en una operación rocambolesca que incluyó una renovación por dos temporadas y una cláusula de compra a coste cero que el club donostiarra no activó al descender.

Ni siquiera ha sido considerado este último curso como cuarto central, mucho menos tras el fichaje de Lluís López, un defensa cuyas prestaciones no se elevan en ningún caso por encima de las del zaragozano, cuestionado alguna vez, eso sí, por pecar de algo de blandura para su puesto, algo que le sobra al catalán. La llegada inminente de Jairo Quinteros del Inter de Miami le ha vuelto a cerrar la puerta una vez más. Con Juan Ignacio Martínez, antes de ser pedido por Xabi Alonso para el Sanse, sólo participó de titular y como lateral en Anduva. Su marco de acción quedó restringido a la Copa, en la que se estrenó como goleador ante el Mensajero con una celebración muy expresiva entre el zaguero y sus compañeros, quienes siempre han tenido en alta consideración su calidad y su capacidad de aguante en la sombra.

Por el momento se desconoce su nuevo destino pero sí que será en formato de cesión. En la lista de cedidos del Real Zaragoza a lo largo de su historia aparecen futbolistas prestados en un par de oportunidades, pero nunca en tres. Daniel Lasure, por ejemplo, ha estado en el Tenerife y el Leganés antes de regresar a la disciplina blanquilla, Lo mismo ocurrió con Raúl Goni (Castilla y Cartagena), Víctor Laguardia (Las Palmas y Alcorcón), Diego Suárez (Lleida y Barça B), Jorge Ortí (Villarreal B y Cultural Leonesa), Juanjo Camacho (Recreativo y Real Madrid B), Raí (Ibiza y DEportivo) y Antonio Longás (Tenerife y Barça B). Ninguno de ellos ha logrado cuajar en el Real Zaragoza tras esas experiencias a la espera de que Lasure pueda alcanzar su mejor versión.

Marcharse a otro club y volver para convertirse en una pieza clave o como mínimo importante del conjunto aragonés sólo lo han logrado profesionales con una única cesión en sus currículums. Javier Planas estuvo una campaña en el Langreo, García Traid pasó por el Levante, César Láinez jugó en el Villarreal y Fernando Soriano volvió del Recreativo después de haber ascendido con los onubenses. La gran leyenda, José Luis Violeta, tuvo que acceder a la recomendación e imposición de Waldo Marco, el presidente de los Magníficos, para irse a rodar al Calvo Sotelo… Enrique Clemente seguirá con la trashumancia del no deseado sin comprenderse muy bien todavía el porqué de esa constante penitencia que se convertirá en un récord sin razón alguna para celebrarlo.

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