El delantero sufre unas molestias musculares que le tendrán fuera del equipo un mínimo de dos semanas, lo que acentúa la pésima gestión de un mercado de invierno condicionado por la vuelta del turco
Raúl Sanllehí y Juan Carlos Cordero, a quienes habría que sumar al atlético Emilio Cruz como pieza fundamental de la gestión deportiva del Real Zaragoza, han vuelto a patinar con Sinan Bakis, quien se ha lesionado del aductor en la recta final del ensayo de esta mañana. El turco está pendiente de las pruebas médicas que le realizarán el lunes, pero todo indica que estará como mínimo un par de semanas fuera del equipo en función del grado de la rotura de fibras que sufre. Aunque la dolencia no está directamente relacionada con la meniscopatía en la rodilla derecha que le obligó a frenar en seco a primeros de noviembre para someterse a una recuperación conservadora, es decir sin pasar por el quirófano, las consecuencias de este largo paréntesis han tenido el lógico peaje de tanto tiempo ajeno a la competición en un perfecto estado de forma. Tuvo 11 minutos contra el Eibar y la segunda parte completa ante el Cartagena. Su cuerpo no está aún para estos trotes y se lo ha hecho saber cuando realizaba una sesión de disparos a puerta.
Los ejecutivos del club comentaron al término de la ventana invernal que les fue imposible conseguir un atacante que mejorara la pobre capacidad ofensiva y que, según los partes médicos, no estaban excesivamente preocupados porque Bakis evolucionaba de forma muy positiva. Su confianza en que el punta, que no había marcado un solo tanto antes de visitar la enfermería, ofreciera su mejor versión en la segunda vuelta, fue el argumento presentado para afrontar una hipotética escalada hacia los puestos altos. La incapacidad para hallar un futbolista que ayudara de alguna manera en la producción goleadora chirría todavía más después de conocerse la actualización de los limites salariales, que sitúa al club aragonés en la cuarta posición de los equipos con más capacidad de inversión. La presentación del nuevo Bakis como llave de una delantera donde Iván Azón ha hecho dos dianas y Sergi Enrich ninguna, suponía un riesgo considerable. La lesión del futbolista, algo de que debería haberse considerado como factible por todas las partes, compone un panorama de absoluta osadía y poca profesionalidad.
Su fichaje no fue cuestionado en verano porque había marcado en una docena de ocasiones con el Andorra. Su currículum, sin embargo, mostraba a un jugador que nunca había superado esa cifra en su extenso periplo por el fútbol europeo de ligas medianas. La mayor apuesta en nómina, 800.000 euros brutos más una serie de objetivos que podrían elevar esa cantidad hasta el millón, no vio puerta antes de que se lesionara la rodilla, además de ofrecer un rendimiento cada vez más menguante. El Real Zaragoza se vio muy restringido por su vacío anotador, a lo que se ha sumado la escasa aportación de otros jugadores de quienes se esperaba que colaboraran en labores de ejecución, caso de los ya mencionados Azón y Enrich y de un decepcionante Manu Vallejo, con Mollejo, con cuatro dianas, como único atacante en sus números. Los ocho tantos de Mesa han evitado muchos disgustos para un equipo que pierde de nuevo a Bakis (sin tiempo material para retomar una forma física al cien por cien cuando regrese a la actividad) y dejan a Sanllehí, Cordero y Cruz en muy mal lugar. Otra vez.
La lista de para el partido en el Estadio de La Cerámica pic.twitter.com/wpcp7Lzb0R
— Real Zaragoza (@RealZaragoza) February 23, 2024
Foto Real Zaragoza
Tirando de hemeroteca…¿Emilio Cruz? Mediocre jugador y peor entrenador vinculado al Atlético de Madrid. ¿Y este personaje es alguien hoy en el Real Zaragoza?. Ya lo decía «butanito». Ni el tal Emilio Cruz podía llegar a más y el Real Zaragoza a menos.