El Real Zaragoza ha utilizado nueve futbolistas formados en el fútbol base, una cantidad sólo superada por los históricos semilleros de Athletic y Real Sociedad
La necesidad más que la tradición han convertido al Real Zaragoza en una de las grandes canteras para consumo propio. Desde que descendiera hace diez años y producto de una economía de guerra inflexible por los infames derroches del pasado y por el control de la Liga, el club se ha visto obligado a recurrir a los futbolistas más destacados de la Ciudad Deportiva, jugadores que en otras etapas seguramente hubiesen tenido, como mucho, un paso fugaz por la primera plantilla. Esa gestión de control de gasto y también la cualificación de algunos de sus cachorros han impulsado al club aragonés a la tercera plaza de las academias más utilizadas en el fútbol profesional español la pasada temporada. Su fama de excelente semillero y el notable trabajo de formación pese a sus escasos medios se mantiene intacta en las categorías inferiores, pero la avalancha de jóvenes promesas hacia la primera línea de combate se justifica en un marco de graves urgencias históricas solventadas por las ventas y el peso específico de esos reclutas en varias permanencias.
Sólo Athletic y Real Sociedad, los dos grandes viveros de perlas locales (sin contabilizar el filial del Villarreal), han aportado más futbolistas recién modelados o con recorrido desde que debutaran. Los bilbaínos, con su innegociable culto por la apuesta casera, lideran la nómina de canteranos empleados en este curso, 17 en total. Los donostiarras siguen su estela con 14. Con 9, en tercera posición, asoma desde Segunda el Real Zaragoza, igualado con Barcelona, Villarreal, Espanyol y Sporting, clásicas y productivas escuelas de este deporte. Alberto Zapater, Carlos Nieto, Francho Serrano, Alejandro Francés, Iván Azón, Miguel Puche, Pau Sans, Marcos Luna y Dani Lasure, ahora en el Eibar, han sido los representantes del club aragonés en su nuevo reto de supervivencia, esta vez bajo la tutela de una multipropiedad que, por el momento, piensa dar continuidad a gran parte de estos profesionales de la tierra en su proyecto de ascenso paciente.
La media de jugadores procedentes de las raíces del club durante este decenio se eleva a 7,7 por ejercicio, un número inimaginable antes de que produjera la despedida forzada de la élite en 12-13, con Víctor Rodríguez, delantero catalán proveniente del filial con 23 años, como único habitual en la titularidad y con las esporádicas o muy breves apariciones de Alcolea, Goni, Ortí, Héctor Hernández y Tarsi. El último canterano fijo en un once de Primera División fue Ángel Lafita, con Ander Herrera como figura más destacada en las dos campañas anteriores y en una tercera del centrocampista en su estreno en Segunda. Hacerse un hueco arriba fue misión casi imposible o testimonial para Ortí, Goni, Laguardia, Kevin Lacruz, Joel Valencia, Álex Sánchez… Sólo a principios de siglo y bajo el paraguas de Víctor Muñoz hubo una batería de canteranos con relieve como Láinez, Zapater, Cani, Soriano y Cuartero. Casi veinte años después y en circunstancias muy diferentes, el Real Zaragoza se alimenta de su cosecha hasta tal punto que es la tercera que más frutos da después del inagotable filón vasco.
Sea por lo que sea ya es meritorio ser el tercer equipo de primera y segunda con más CANTERANOS, eso es de elogiar y están dando sus frutos, eso me SATISFACE , y los que hemos vendido dándole a ganar un dinero al club, para que luego algunos ignorantes digan que el REAL ZARAGOZA no es un club CANTERANO.