El Real Zaragoza necesita siete puntos más para sumar 25 en la primera vuelta, para lo que necesita ganar dos partidos y empatar uno de los cuatro que le restan (Ibiza, Albacete, Huesca y Leganés)
Los 50 puntos, aunque por lo general suele estar por debajo de ese límite de máxima seguridad, es la cifra establecida para confirmar la permanencia en Segunda división. En 17 jornadas, el Real Zaragoza ha sumado 18, por lo que le restan siete para cerrar la primera vuelta dentro de la media de ese objetivo. A falta de cuatro partidos para superar el ecuador de la competición, el conjunto aragonés deberá ganar dos encuentros y empatar uno para alcanzar una cantidad que le dejaría a medio camino de la permanencia con la segunda vuelta por delante. Le esperan Ibiza, Albacete, Huesca y Leganés antes de que caiga el telón del primer capítulo, con visitas al Belmonte y a Butarque.
En las últimas cinco fechas, cuatro de Liga y una de Copa con eliminación incluida, sólo ha conseguido dos empates. Hasta el momento ha logrado el 33% de los puntos (18 de 51). Si aspira a los 25 tendrá que subir hasta el 58% (7 12). Por su rendimiento, el conjunto aragonés afronta una misión compleja teniendo en cuenta sus problemas con el gol y su cada vez más acentuada debilidad defensiva, pero tiene margen para aproximarse a ese guarismo no sin una mejora sustancial de sus cuentas. En las diez temporadas en este categoría, su peor registro a mitad de campeonato data de la 2020-2021, cuando alcanzó 20 puntos.
Empieza por lo tanto el difícil camino hacia la salvación desde este mismo sábado en La Romareda frente al Ibiza de Lucas Alcaraz. Aquel mensaje rosáceo que apuntaba al ascenso con la pueblerina puesta en escena del fondo de inversión, inundando la ciudad y a la afición de ilusiones, se ha varado o hundido antes de Navidad. Por la puerta de atrás se han ido Cuartero, Torrecilla y Carcedo, los pilares del proyecto de un Raúl Sanllehí que a un mes de la ventana de enero negocia todavía para contratar un nuevo director deportivo. El fracaso del ejecutivo ha sido absoluto mientras intenta solapar sus múltiples errores a toda máquina. Las noticias que llegan de los deseos de Fran Escribá para reforzar la plantilla están en el aire de un buen puñado de salidas y del acierto del heredero de Torrecilla. Porque la inversión en fichajes volverá a ser a la baja.