El nuevo entrenador se enfrenta al reto de ganar sus dos primeros partidos, algo que logró Juan Ignacio Martínez en la temporada 2020-2021 y que sólo han repetido otros seis de los 68 técnicos en la historia del Real Zaragoza
A entrenador nuevo, victoria segura es una frase hecha pero sin base científica. El relevo en el banquillo suele influir de forma positiva en muchas ocasiones, lo hizo en siete de los 15 debuts en el Real Zaragoza en su década en Segunda, pero tiene un componente de leyenda similar al de que con diez se juega mejor. Puede ser pero puedo que no. Ahora bien, vencer en los dos primeros compromisos del equipo tras producirse el estreno natural o el cambio forzoso en la dirección del equipo son ya palabras mayores. Fran Escribá se enfrenta a ese reto en una semana, primero este domingo contra el Diocesano en Copa y una semana después, el sábado día 18, en Liga al recibir al colista Málaga en La Romareda. En una situación también de crisis pero mucho más grave y un mes después, Juan Ignacio Martínez lo consiguió en la temporada 2020-2021 al imponerse a la Ginmástica de Torrelavega en el torneo del KO en su puesta de largo con tantos de Azón y Francho y tres días más tarde al Lugo en la competición doméstica con un gol de Chavarría. Fue el comienzo de una apasionante y angustiosa historia de recuperación futbolística a marchas forzadas y el milagro de Cristian en el Anxo Carro.
JIM entró bendecido por ese doblete consecutivo que ahora le vendría de perlas a Fran Escribá. El Real Zaragoza necesita una inyección moral para reconducir esta delicada tesitura que tiene al conjunto aragonés a dos puntos del descenso y a años luz de de la imagen de bloque competitivo que persigue el entrenador valenciano. Aunque la Copa haya perdido su sabor a gloria, pasar la eliminatoria se antoja innegociable para recibir al Málaga con la dosis necesaria de confianza. Esa pareja de ases podría dar para jugar con garantía otras bazas de futuro sin olvidar que el vestuario pide a gritos nuevos futbolistas sea cual sea el objetivo final de este curso que de principio se ha vuelto a torcer como los dos anteriores. No es sencillo sumar dos triunfos seguidos para un entrenador recién llegado. En la biografía del club aragonés, además de JIM, sólo lo han logrado seis técnicos más de los 68 que empezaron la campaña o la cogieron ya en marcha.
Tetxu Rojo fue el anterior en encadenar dos victorias en sus primeros partidos. Doblegó a su Athletic por 2-0 (Marcos Vales y Gustavo López) en la jornada inaugural del ejercicio 1998-1999 y en la segunda se deshizo del Betis de Vicente Cantatore en el Villamarín por 1-3 (Marcos Vales, Jamelli y Milosevic). 29 años antes, en el curso 69-70 y todavía con algún Magnífico en nómina (Violeta, Villa, Santos y Marcelino), Héctor Rial debutó en La Coruña con un 0-1 gracias a una diana de Tejedor, mientras que una semana después ganaba al Pontevedra de Luis Bello por 2-1 con tantos de Fontenla y Totó. Quien tiene el récord del aterrizaje más feliz en el Real Zaragoza es Roque Olsen, quien anudó cinco triunfos seguidos con los magníficos en plena efervescencia en la campaña 64-65. La tacada se inició en la Recopa contra el Valetta (0-3, dos de Marcelino y uno de Canario) y prosiguió en Riazor (0-2, Marcelino y Villa), Murcia (5-1, Marcelino, Lapetra, dos de Villa e Isasi), Levante (0-1, Villa) y Athletic (4-1, Santos, Canario, Villa y Lapetra).
En la 53-54, en Segunda, Eguiluz, relevo de Balmanya, venció en las fechas 11, 12 y 13 a Salamanca (3-4), La Felguera (6-1) y España Industrial (5-1).Urquiri, en la 50-51, se estrenó imponiéndose a Lucense (4-0) y Ferrol (1-2). El primer debutante con dos victorias enlazadas fue Quincoces, sustituto de Uriarte. El entrenador derrotó a Levante (1-3) y Osasuna (2-1). Fran Escribá podría ser el octavo pasajero que en su primer vuelo a los mandos del Real Zaragoza toma tierra en dos ocasiones en la pista de la victoria. Le esperan Diocesano y Málaga como bálsamo en este desafío nada sencillo.