Penoso que la prensa supuestamente seria haya publicado un vídeo en el que una persona increpa a Ander Herrera en algún lugar de la premeditación y la alevosía. Este es el periodismo de investigación actual y los filtros profesionales que se aplican a un acoso elaborado y barriobajero. Uno con un móvil va y provoca a alguien para ganarse la simpatía o la aprobación de sus amigos y seguidores, y de premio consigue que su víctima pierda los nervios. Las webs de los medios se hinchan de visitas sin percatarse de que son juguetes o cómplices de las redes sociales y de los numerosos donnadies y los replicantes que las pueblan en busca de su black mirror. Ya sólo veo traidores por todas partes. De la dignidad, de la deontología, de un oficio por desgracia cada más al servicio del chisme viral.
Viejo lector de periódicos en papel (que todavía continuo comprando por romanticismo) tengo claro que vivimos el peor momento de lo que un día llegó a ser el Cuarto Poder.