El Real Zaragoza anuncia un acuerdo hasta 2024 con el técnico valenciano, que viene con el exzaragocista Generelo de segundo para pacificar y reanimar un equipo traumatizado por su falta de fútbol y resultados
«Sí, soy muy tranquilo. Es algo de lo que puedo presumir. Lo que se ve en un partido o entrenamiento, es lo que soy. No me he creado un personaje. Sé que hay gente que le gustaría que gritase más o que fuese histriónico. Mi carácter es el que es. Hay un límite que creo que pasarlo puede ser malo. Me gusta el trato amable con el jugador y pienso que así se extrae más rendimiento que sacando el látigo. El grito al final distorsiona el mensaje». No es el lema de cabecera pero podría serlo del nuevo entrenador del Real Zaragoza hasta 2024, acuerdo al que se ha llegado hoy tras una larga negociación con su representante, Manolo García Quilón. A sus 57 años y con una amplia experiencia en Primera, Escribá, que viene con el exzaragocista Generelo de segundo, responde al perfil de pacificador que buscaba Raúl Sanllehí, un técnico que tendrá que recomponer a un equipo desastrado en su fútbol y traumatizado por los resultados.
Fran Escribá, nuevo entrenador del RealZaragoza.https://t.co/0vcWPU4Mdm#BienvenidoFran 💙🤍#DefendiendoAlLeón 🦁 pic.twitter.com/wnNhiNPojf
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Después de una larga travesía como segundo de Quique Sánchez Flores en Atlético de Madrid, Valencia, Benfica y Getafe, el nuevo entrenador del equipo aragonés comenzó su aventura en solitario en Segunda con el Elche, con el que ascendió a la élite sin dejar la primera plaza en las 42 jornadas del torneo. Getafe, Villarreal, Celta de Vigo y de nuevo Elche fueron sus destinos antes de recalar hoy mismo en el la entidad aragonesa. En este camino se ha caracterizado por su capacidad para resolver asuntos complicados. Salvo su experiencia con el Submarino, al que clasificó como quinto para la Europa League, vivió al límite en Getafe, Vigo y Elche, con memorables salvaciones como apagafuegos en el caso de los gallegos y los ilicitanos, aunque a las siguientes temporadas de certificar la permanencia fue destituido. Este domingo se estrenará en el banquillo del Real Zaragoza en la primera eliminatoria de Copa contra y su debut en Liga será ante el Málaga en La Romareda el próximo 19 de noviembre.
Liderazgo tranquilo
En la mayoría de sus destinos se ha distinguido por ejercer liderazgo tranquilo. «Es muy importante en un vestuario relativizar lo bueno y lo malo», dijo en una entrevista. «Soy metódico en lo privado y lo profesional. Cuando pisé fuera de la línea que marcan mis valores y principios no me gustó lo que vi, no me sentí yo mismo». En cuanto a su forma de entender este deporte, Escribá subraya; «A mí me enamoran los futbolistas que entrenan bien, que muchas veces no son los mejores a nivel técnico. El partido es el momento del futbolista y hay que abstraerse de lo de fuera. Envidio al entrenador de baloncesto por la influencia que tiene en un partido. En mi equipo, para jugar no basta con el nombre o el DNI. Cuando he tenido que sentar a un futbolista o le he tenido que dejar fuera de una convocatoria lo he hecho y lo seguiré haciendo. Me duele, porque antes de entrenador soy persona, pero tengo claro que el colectivo es lo primero».
No alcanzó la gloria como jugador aunque para conseguirlo dejara atrás sus aficiones por el judo o el atletismo , pero, después de formar parte de equipos de Segunda B y Tercera hasta su retirada, considera que «no estaba preparado mentalmente. Antes no lo estabas tanto como los chicos de ahora, que tienen mucha más información. Y también tuve la mala suerte de que en el momento clave quien debía decidir mi futuro no tenía confianza en mí. Yo era técnicamente bueno, el clásico diez zurdo y con llegada, tipo lo que es ahora Brais Méndez. Pero llegaron otros que destacaban menos». Para lo que sí estaba listo, pese a no hacerse un nombre en la élite, era para coger las riendas de equipos de primera línea. «Aprendí a dirigir grupos de niños, a los que formas más como personas que como jugadores. Luego estuve de Director de la Escuela del Valencia y tuve más contacto con los entrenadores. Creo que el haber sido jugador de fútbol, aunque no hayas sido de élite, es importante. Aparte de conocer los mecanismos del deporte, te hace saber cómo es un vestuario, te ayuda a saber sus secretos. Nunca he pensado que haber sido un jugador de élite sea una ventaja. Aunque sí ayuda en la memoria del club, y en los aficionados queda lo que fue ese hombre como jugador. Se dan casos de gente que no está preparada». Entiende que quien pueda lo aproveche, «pero en teoría deberíamos hacer todos los mismos cursos. Hay extraordinarios entrenadores de baloncesto que le llegan por las rodillas a los jugadores. Nunca encestaron una canasta».
No tiene un entrenador de referencia. «Me fijo mucho en todos. Me sirven incluso los de categorías no profesionales. No soy de una escuela determinada. La parte que más me gustaría conocer de los digamos entrenadores más importantes es la que no vemos. Cómo te diriges al vestuario en el descanso, cómo diriges la charla antes de un partido, cómo lo analizas después con los jugadores. Esa parte que solo te puede llegar por referencias». ¿Qué es lo que Fran Escribá no permite en su vestuario? «Hay cosas innegociables. Jugadores de muchísima calidad, sin esfuerzo, se quedan en la mitad. El grupo se sostiene en el colectivo. Yo diría que todo. Hay jugadores importantes, por jerarquía, pero no se puede destacar un futbolista por encima de otro. A cada uno nos puede gustar uno diferente».
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- Las declaraciones de Escribá están entresacadas de diferentes entrevistas que ofreció a El País, Marca y As.
No me ilusiona en absoluto pero en cualquier caso no será solo el entrenador el que cambie la situación.
Tener el grueso de la misma plantilla con la que los dos últimos años casi bajamos es una irresponsabilidad que se paga carisimo. El dinero que han puesto los de la peña La sinergia no llega a donde hace falta, al cesped.
No hay juego por bandas, ni jugadores con desborde, Simeone sin nadie que le asista es un pulpo, de primera, pero en un garaje. Lo de Gueye sigo sin entender el chiste.
Suerte, que va a hacer falta, y al toro.
No estaría mal que citaras las fuentes. Con poner “entrevistas” no basta, estoy convencido de que si alguien utilizara frases de las que tú has hecho, te gustaría que reconociera el trabajo realizado. La mitad del artículo te lo ha hecho El País…
Que en internet no haya cámaras de seguridad no significa que no se puedan rastrear los robos
Disculpas a quien corresponda. Tenía previsto, como ya he hecho, indicar a pie de página que esas declaraciones procedían de diferentes medios de comunicación. Fue un lapsus injustificable.
Bueno…voy con el asunto deportivo. El dime que entrenador eliges y te digo que objetivos buscas creo que todo el mundo ve que se trata de asegurar la permanencia y al final de la temporada ya veremos. Escribá no es mal entrenador, su mejor trabajo como entrenador titular lo consiguió en su primera temporada en el Elche haciendo un campeonato sensacional donde tan sólo perdió dos partidos, y en su primera temporada en el Villarreal al que lo clasificó para competiciones europeas. Sus manifestaciones tras la contratación son una colección de tópicos, que por otro lado, son muy frecuentes en la mayoría de los entrenadores. No me cabe duda de que sabe de antemano lo que tiene y que pedirá refuerzos. Le deseo mucha suerte.
Gracias Alfonso por la aclaración de las entrevistas. Te ennoblece.
Ahora voy con el periodismo. El periodista de la prensa escrita, sea en soporte papel o cualquier otro medio de difusión, debe de hacerse notar que lo que escribe es producción propia, inédita y no transcrita o copiada de otros, porque de ser así es de obligado cumplimiento referenciar las citas. A mí me gusta esta web y su escritor y periodista porque además de informar gratis a sus lectores tiene una narrativa que entretiene y denota dominio del lenguaje. Por otro lado la información es veraz y contrastable. Lo que no me gusta de determinados periodistas es abusar de numerosas citas con amplios textos entrecomillados. Puede que lo hagan por seguridad jurídica, pero para eso, en el caso de ser necesario, están las hemerotecas. Pienso que el buen periodista tiene que contar las cosas con sus propias palabras. Un texto entrecomillado de cien palabras es excesivo y se requiere mayor producto personal, que en definitiva entretiene más. Enhorabuena por su buen trabajo señor Hernández.