El entrenador, además de asumir una plantilla de perfil bajo, soporta desde su llegada un sinfín de contrariedades que condicionan en exceso su trabajo
Fran Escribá ha dejado bien claro en cada una de sus comparecencias públicas que la plantilla del Real Zaragoza, como así lo demuestra su rendimiento, es de perfil bajo. El entrenador, sin embargo, se ha amparado en el espíritu profesional de los jugadores y en una categoría que concede muchos favores si se es paciente a largo plazo y se sigue una línea recta de regularidad, para enviar un mensaje optimista. El técnico, que ha mejorado ligeramente la imagen del equipo con su apuesta por los dos delanteros, también ha subrayado que el vestuario necesita refuerzos muy concretos para elevar la llama de la ambición esta temporada. A menos de una semana para el cierre del mercado de invierno, Juan Carlos Cordero tiene en sus manos las peticiones de Escribá sin que aún haya conseguido aligerar la plantilla ni en número ni en masa salarial, condiciones obligatorias para poder concretar alguno de los fichajes solicitados. Es la última batalla de un profesional cualificado que está siendo víctima de un aquelarre saturado de conjuras desde que se hizo con las riendas del equipo aragonés el pasado 13 de noviembre en la eliminatoria de Copa perdida contra el Diocesano.
La lista de inconvenientes que ha soportado es nutrida. Heredó las lesiones de Cristian, con un fogoso debate popular e íntimo sobre si el relevo debería ser Ratón o Rebollo, y Azón, dos de los pilares en un grupo sin grandes nutrientes competitivos. Su primera experiencia en el banquillo se saldó con la estúpida expulsión de Ratón al final del encuentro del torneo del KO y el descubrimiento en primera persona de que la supuesta estrella, Makhtar Gueye, era un auténtico fiasco. En Burgos, Petrovic insistió en que González Esteban le mostrara la tarjeta roja. «Esto es una puta vergüenza, una puta vergüenza», le dijo al colegiado antes de que, con el encuentro acabado, le echara. En ambos casos, Escribá recriminó la actitud incoherente de sus futbolistas y pidió más cabeza. Francés no la tuvo en Butarque después de ver una amarilla por derribar a Arnáiz dentro del área y ganarse la segunda de inmediato por triturar de forma infantil el punto de penalti.
Un dolor lumbar retiró de la circulación a Zapater cuando se había hecho con una plaza de titular; Bermejo salió en camilla de Butarque con una lesión muscular en el aductor de su pierna izquierda; Vada se perdió las citas contra Leganés y Mirandés por molestias en el aductor; Giuliano, el pichichi, causó baja en La Cerámica al acentuarse los problemas de espalda que arrastraba en un partido en el tampoco pudieron actuar Lluís López y Jaume Grau, sancionados. Contra el Villarreal B, donde alineó a Gueye y Eugeni, se vio forzado con un 2-0 en contra a sacar en la segunda parte a Azón y Vada, aún sin suficiente ritmo de vuelta de sus dolencias, para conseguir una heroica remontada y ratificar que el senegalés no había abandonado su condición de pufo.
Las brujas persiguen con furia a Escribá. Fran Gámez entró en la enfermería tras el choque ante el filial del Villarreal con una lesión muscular en el isquiotibial de la pierna derecha. En Gijón, Alarcón fue expulsado por una entrada a destiempo sobre Queipo, lo que condicionó por completo el partido de El Molinón y Nieto siguió el mismo camino del chileno en la segunda parte al recibir la segunda amarilla por pisar fuera de lugar a Rivera. Al parte de bajas para jugar frente a la Ponferradina se sumaron Jair y Vada con la quinta cartulina en sus cuentas. Y así sigue el técnico del Real Zaragoza, perseguido por la magia negra de las ausencias de todos los colores.
Por ahora lo único acertado del equipo maño, ha sido la llegada de FRAN ESCRIBA y DAVID GENERELO, acierto del que lo trajo, por cierto que no ha sido RAUL, sino el hijo de JESUS GIL , y con Fran, el equipo ha mejorado no se ha quejado de nada, a pesar de los pesares de las lesiones, y el lo dice muy clarito tenemos lo que tenemos y creo que a lo que podemos aspirar una temporada más, es a quedarnos en SEGUNDA y el sumar lo más pronto posible los 50 puntos para estar tranquilos, y como muy bien dicen algunos aficionados, el sacar más CANTERANOS posible para la tan prometida temporada 2023-24, que dicen que vendrán y se tienen que ir catorce fichajes y yo me pregunto será verdad, lo que si tenemos es que ganar el LUNES A LA PONFERRADINA .