Jesús Seba: «Francés, Francho y Azón me han impresionado»

La selección de Bélgica, encuadrada en el grupo B de la Eurocopa 2021 con Rusia, Dinamarca y Finlandia, cuenta desde la finalización del Mundial de Rusia con un diablo rojo aragonés en su staff técnico, Jesús Seba. El seleccionador y también exzaragocista Roberto Martínez reclamó a su amigo para que disfrutara de aquella cita y le aconsejara, y hoy en día forma parte de su grupo de trabajo más próximo, dentro ya del organigrama de la Federación. El próximo sábado se concentrará con los jugadores y el resto de los integrantes del equipo elegidos en las instalaciones de Tubize, al suroeste de Bruselas, con el objetivo de pulir los últimos detalles antes de afrontar un gran reto después del tercer e histórico puesto conseguido en el Campeonato del Mundo de 2018. «Bélgica funciona con la estructura de un club. No solo se atienden con especial énfasis las fases de clasificación, sino que se trabaja con mayor amplitud», explica Seba. «Además de atender a los futbolistas de mayor renombre y a la absoluta, la Federación belga, centrada en la figura de gestor y director deportivo a tiempo completo de Roberto Martínez, hace un seguimiento exhaustivo de los chicos de las categorías inferiores y de sus entrenadores a todos los niveles para inculcar y compartir una idea como eje de una filosofía deportiva, en lo humano y en lo futbolístico», subraya el exdelantero del Real Zaragoza. De esta forma la maquinaria está engrasada al máximo, impartiendo conceptos y siguiendo una línea común que permite tener la información exacta del crecimiento o la progresión de los más jóvenes. El trabajo de Seba consiste analizar el rendimiento de los jugadores que por rendimiento podrían entrar en el grupo de élite y en aportar su experiencia y conocimientos en ese engranaje formativo que con especial interés promociona Roberto Martínez como base para el futuro de la selección belga.

Hace tres décadas, con tan solo 18 años, Jesús Seba saltó a la hierba del viejo Atotxa. Un plaga de lesiones se había cebado en el primer equipo y Víctor Fernández le reclamó para el partido de San Sebastián. Apenas había disputado siete encuentros con el filial de José Luis Iranzo después de una única temporada en el juvenil, y aquel chico formado en el Oliver estaba jugando en Primera División rodeado de sus ídolos. «Al principio fue un shock también a nivel mediático,. Mi origen humilde y pertenecer a la raza gitana fue muy atractivo para la prensa. Recuerdo que recibía tantas llamadas que había ocasiones en que no podía ni comer. Me cambiaba en el vestuario del filial y me unía en el campo a ellos. Era un alivio porque me impresionaba mucho estar junto a Pardeza, Aguado, Cedrún, Sergi o Juliá, que se volcaron para arroparme cuando no hace tanto yo les pedía autógrafos. Entonces los capitanes eran una prolongación del club. Siempre tuve ficha del filial, pero poco a poco fui uno más en todos los sentidos», relata Jesús Seba, quien acentuó el impacto de su aterrizaje con dos goles contra el Frem Copenhagen en la UEFA. 30 años después, otros tres juveniles, Francés, Francho e Iván Azón, han hecho volar por los aires la puerta hacia el primer equipo del Real Zaragoza con la dinamita de su juventud y su personalidad. «Todo es diferente a mi época», cuenta el exfutbolista. «Se luchaba casi siempre por estar en Europa y si nombras quiénes formaban aquella plantilla, se te pone la carne de gallina. La única coincidencia con ellos es que salimos de la Ciudad Deportiva. Entonces había un comportamiento muy natural, sin artificios ni parafernalias ni redes sociales que son una lacra mal gestionadas, pero ahora están mucho más preparados, más formados en lo personal y en lo deportivo. En una competición, la española, que es un referente mundial a nivel de cantera».

Seba reconoce que el nivel ofrecido por los tres en este Zaragoza instalado en Segunda le ha supuesto una agradable sorpresa. «Reconozco que me han impresionado. El salto es muy grande y lo han hecho con mucha jerarquía. Francés.tiene todo lo bueno de un central moderno, valiente en los duelos, con buen juego aéreo y una más que aceptable salida de balón. Francho es el jugador que siempre quieres tener en tu equipo. Pone la pausa adecuada, se incorpora con criterio y pude ocupar muchas posiciones en el centro del campo. Azón es el típico delantero que ningún central quiere tener enfrente, un ariete a la vieja usanza, muy apto para Segunda, al que le falta mejorar el primer control, algo que lograra sin duda». Su reflexión es más amplia en cuanto a la utilidad de los canteranos en un futuro con un proyecto concreto y serio, de cuál sería su función. «Lo importante es que han demostrado que tienen capacidad y no para ser cualquiera sino para intentar hacer un equipo, una base, que no sean jugadores de una temporada y se tengan que marchar». En su opinión, «si al menos con esas ventas trajeras tres o cuatro futbolistas de nivel… Pero no es así. Además la propia cantera te está marcado el camino en los tres últimos años. Hay que apostar por ellos, como en su día hizo la Real Sociedad. Son de la base, transmiten zaragocismo y tienen talento. Qué más puedes pedir».

No obstante, el integrante del cuerpo técnico de la selección belga estima que si lo que se pretende es ascender, hay que puntualizar algunos aspectos. «Por el bien del club y de ellos no sería justo cargarles toda la responsabilidad. Tienen que ser importantes, pero dándoles herramientas con gente con experiencia y un entrenador que sepa gestionar la mezcla. Soy de los partidarios de que todo lleva su tiempo, como la vida misma. Las prisas no son buenas consejeras. Hay que valorarles y arroparles sin quitarles las responsabilidades que les corresponden, potenciar que sean ellos mismos». Juan Ignacio Martínez lo ha conseguido en un conjunto que iba directo a la destrucción. Seba pondera la figura del técnico alicantino. «Los zaragocistas le tenemos que estar muy agradecidos. ¡Cómo estaba ese vestuario y lo que ha hecho! Tiene mucho mérito. Vino sin el peso de la información exacta y aportó una positividad clave en ese momento de total pesimismo. Su positividad hizo crecer a los futbolistas psicológica y deportivamente, les liberó. Se ha ganado mis respetos».

El diablo rojo del barrio Oliver sigue visionando un partido de Finlandia. La Eurocopa está a la vuelta de la esquina y Roberto Martínez espera sus informes porque Bélgica, número uno en el ránking, parte entre las favoritas «junto a Francia, Portugal, España, Italia, Holanda… La república Checa puede hacer un gran papel. Es muy dinámica, maneja muy bien las transiciones y tiene jugadores en ligas grandes». De fondo se escucha el eco ensordecedor de Atotxa con aquel chico de la cantera debutando con el Real Zaragoza. 30 años después, entre el silencio impuesto por la crisis sanitaria, Francés, Francho y Azón están haciendo ruido con mucha armonía.

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