Las tres victorias consecutivas permiten que el Real Zaragoza sueñe con algo más que la salvación. Pero ese camino está asfaltado precisamente con un frágil material onírico no sólo por complejidad de los números, sumar al menos ocho triunfos en los 12 partidos que restan, sino porque el conjunto aragonés no termina de alcanzar la altura de un aspirante al playoff. Además, por medio hay un buen puñado de rivales, lo que deja esa empresa como una ilusión en un horizonte muy lejano e improbable. Juan Ignacio Martínez, sin retirarse del juego, prefiere apostar con las cartas que tiene, con el buen momento actual y el efecto impulsor que puede tener sobre sus futbolistas. El técnico se aferra al presente y se despega los mensajes inflamados de optimismo que no beneficiaron en nada al equipo. «Lo que tenemos que hacer ahora es sumar muchas victorias. Con lo mal que lo hemos pasado es el momento de reivindicarnos peleando, sacrificándonos… Ante un rival que se juega la vida». JIM comenta que de puertas adentro, no hay planteamientos que vayan más allá del día a día. «De este tema no hablamos en el vestuario. Después de una temporada tan irregular, decir ahora que vamos a por el playoff… Es cuestión del próximo partido. Vamos a sacarlo y luego pensaremos en el siguiente. Cada vez que hemos hecho estas cuentas no nos ha ido muy bien». Aun así, el entrenador está de acuerdo, en esencia, con el discurso de la pomada del director deportivo. «Torrecilla hizo una lectura realista de un equipo que aspira y debe aspirar a algo más que a conservar la categoría. Ojalá sigamos con esta racha de alegrías».
El técnico alicantino entró de lleno en nombres propios, en rendimientos y en cómo vislumbra el encuentro del viernes ante el Fuenlabrada en La Romareda. Lluís López ha mejorado sensiblemente en sus dos últimas apariciones en la titularidad como consecuencia de las sanciones de Francés primero y Jair después. Los centrales de cámara vuelve esta jornada y la cuestión, aunque no es difícil descifrarla, es si el defensa catalán tendría alguna opción. «Lluís ha jugado, el equipo ha ganado y ha salido del equipo. Claro que me genera dudas, al igual que el otro día con Petrovic… Esa es la competencia que quieren los entrenadores. A veces hay que recordar que la confianza en un jugador va más allá que esté o no en el once». Quien no aparece en las alineaciones de principio es un Iván Azón en estado de gracia, embutido todavía en ese traje de revulsivo cuya talla le viene muy pequeña para lo que aporta. Pero JIM no se a mover de su casilla. «Es un delantero joven que nos alegramos de que se familiarice con el gol. Lo ha pasado mal y mete tantos importantes. Lo veo como un futbolista importante que ira acumulando experiencia para ser un jugador de futuro». Los elogios, para Sabin Merino. «»Aporta muchas cosas para el equipo. Entiendo que los jugadores de la parte alta hacen mucho trabajo que no siempre se aprecia si no marcan. Rupturas, trabajo, profundidad… Sabin nos da mucho».
El Fuenlabrada llegará con una de sus últimas balas en el tambor y con un nuevo entrenador que ya conoce la casa, Sandoval. «José Ramón es muy apasionado y transmite esa energía a sus plantillas. El encuentro va a resultar muy difícil y una vez más tendremos que ser nosotros, confiar en nuestro juego». Como siempre reclama atención, concentración y cuidados intensivos en los contragolpes y las acciones a balón parado «que tanto dan y quietan en esta categoría», recuerda. En el centro del campo puede haber un dilema con tanto tráfico y alternativas. JIM explica que tendrá que esperar hasta última hora porque tanto Grau como Francho siguen con molestias. «La evolución de ambos influirá en mi decisión sobre el once».