El Real Zaragoza ha empatado sus últimos tres partidos, contra el Sporting y el Espanyol, y en Lugo con el gol de cabeza de Cristian en el minuto 96 que evitó la derrota. Juan Ignacio impuso un estilo en cuanto dispuso de la información de la plantilla, un equipo con un déficit de puntos terrible, hundido en la clasificación y muy afectado anímicamente por la situación: alicató al equipo para que recibiera el menor número de goles posible ante la marcada invalidez ofensiva. A falta de cuatro jornadas, el conjunto aragonés depende de sí mismo y este sábado juega en Las Palmas inmerso en su peor racha de resultados con JIM en el banquillo si se suma la derrota sufrida en Girona. Cuatro encuentros sin vencer que aconseja una victoria inmediata salvo que en la calculadora del técnico contemple una nueva igualada como algo positivo. «No entiendo de peores ni mejores momentos, sino de suma de puntos. Los tres últimos empates nos da esa diferencia con la permanencia. Necesitamos muchos puntos todavía y me quedo con el espíritu del equipo para arañarlos de aquí y de allí para sufrir menos», comenta el entrenador zaragocista, quien niega por enésima vez que prepare los partidos para empatar, que esa fama no sabe de dónde procede. «Se me tilda de que salgo al empate, pero ni entiendo ni sé cómo se hace. Cuando no puedes ganar intentas no perder lo que tienes, pero en mi calculadora solo tengo ir a por los tres puntos a Las Palmas», subraya con un énfasis especial.
Juan Ignacio Martínez pide mucha «concentración» en esta cita frente a un rival con «una gran capacidad ofensiva, con mucha amplitud con sus laterales, que te somete a ataques constantes y te obliga a muchas vigilancias. Es un equipo que ha cumplido sus objetivos y que se ha impuesto por ejemplo a Espanyol y Mallorca, con un gran rendimiento como local. Pese a todos, saldremos desde el primer minuto a por la victoria». JIM entiende que los tres puntos «serían ideales porque los de abajo nos pueden recortar». El entrenador del Real Zaragoza dice que tiene el once «en la cabeza» a la espera de alguna decisión final, y que es lógico que todos los equipos sufran las inclemencias de una competición tan exigente. «El estrés por lo que te juegas influye físicamente, se nota en todos. Nosotros tenemos la suerte de contar con la plantilla casi al completo, con lo que supone a la hora de contra con alternativas». Esta semana varios jugadores del filial, que ya ha finalizado su temporada, se han sumado a los ensayos de la primera plantilla. «Con la dinámica del covid y por previsión han trabajado con nosotros por si tienen que ayudarnos en momentos puntuales», explica JIM.
En cuanto a la imposibilidad de que los estadios de Aragón –en este caso La Romareda– puedan acoger aficionados en sus estadios y el perjuicio que podría suponer para el Real Zaragoza jugar en campos con gente en las gradas, el técnico alicantino comenta: «La noticia del regreso de público es muy buena, pero deberían abrirse las puertas para todos por igual por pura sensatez. Todos los equipos nos estamos jugando mucho».
