Finalizadas las bodas de Caná con la visita de Jorge Mas y sus discípulos a Zaragoza, comienza la cuenta atrás para descubrir si el magnate estadoudidense, además de ser capaz de convertir con su correctísima plática la desesperanza en ilusión rebosante con el mismo equipo de la temporada anterior, tiene la capacidad de influir en la mejora de la plantilla que día a día empeora Miguel Torrecilla y no eleva su nivel Raúl Sanllehí. El 1 de septiembre es la fecha clave, una vez que las oficinas del mercado de verano apaguen sus luces, para que saber quién es quién y lo que pretenden ya que por sus bocas no ha salido nada del proyecto deportivo. El presidente del Real Zaragoza ha bordado, por el momento, su papel de conciliador de guante blanco con una puesta en escena fascinante en la plaza del Pilar, el picnic posterior en la Ciudad Deportiva y la inauguración jotera de la nueva tienda. Aunque lo mejor esté porvenir, Mas corrigió al periodista que le preguntó por el futuro y los fichajes: lo que merece atención es lo que se ha hecho y no lo que queda por hacer, comentó refiriéndose la inversión de la nueva propiedad para gastos de todo género pero insuficiente para limar el límite salarial. Cada uno es libre o prisionero de creer que por fin algo ha cambiado, que el potentado dueño del Inter de Miami es una voz autorizada de Joseph Oughourlian y Miguel Ángel Gil Marín, la luz y la sombra de este Real Zaragoza, o cumple la función de un anestesista en una mesa de operaciones muy concurrida.
Su discurso tiene cinco patas: el ya mencionado desembolso; la apuesta por la cantera; la empatía con la afición; en un plano nada secundario la reiteración de que les urge el ascenso pero que el objetivo es ir paso a paso con pulso inteligente y, cómo no, la imperiosa necesidad de un campo top en el que están dispuestos a participar siempre y cuando de los bolsillos ricos en calderilla de Jorge Lambán y Jorge Azcón salga una cantidad considerable. El alcalde está hechizado con esta figura que reviste su precampaña de promesas populares y algo populistas, mientras que el presidente del Gobierno frunce el ceño en la foto de forzosa y forzada familia en el palco a rebosar de La Romareda. El deporte, la economía subterránea, la política… Otra vez. El equipo, mientras tanto, empata como con Juan Ignacio Martínez –también contra los grandes– pero con muchos automatismos de presión alta, los que les ha inyectado Juan Carlos Carcedo no para ganar, sino «para ser un equipo jodido de ganar». El técnico sabe a la perfección, igual que JIM, que tiene lo justo para pasar de largo por el campeonato, y que su modelo y sus planes están supeditados a los futbolistas que faltan por venir. Un goleador imprescindible, un central de la estatura de Francés y Jair, y algún extremo que desborde y sepa colgar el balón como dios manda. Es muy posible que con esas incorporaciones, el conjunto aragonés se postulará a estar entre los seis primeros. Pero, claro, ahí está Miguel Torrecilla como el perro del hortelano, es decir de Sanllehí.
Todo lo que expone Jorge Mas no carece de fundamento financiero puesto que simboliza a una multipropiedad que quiere recuperar lo invertido con beneficios y que el club se aproveche de la bonanza. En ese orden. De ahí que sus prisas por un regreso inmediato a la élite no ocupe un lugar prioritario en la hoja de ruta minetras lass coordenadas del nuevo estadio sean reconocibles. La cuestión es que el fútbol es una pasión acelerada, y que la afición del Real Zaragoza, como otra cualquiera, no está para prestar más tiempo después de haber regalado a raudales paciencia, compresión y dinero en sus abonos. ¡Durante diez temporadas! Si el 1 de septiembre el vestuario no ha acogido a los jugadores que hacen faltan para soñar con realidades, se hará la revolución en Caná y el vino volverá a ser cloroformo.
JAJAJAJA, señor Hernández, muy buenas y certeras reflexiones. Todo es humo… «político». A ellos les importan un bledo los 25.000 chavales vocingleros que van a la Romareda y la afición. Lo importante son las obras que paguen otros y saquen buen rédito de ellas. Por cierto, no estaría mal que algún periodista investigara la lesión del gran chaval Azón. Si se fijan han renovado a los tres chicos de la cantera como si fueran los craks de presente y futuro y ahora «apartan» a Azón varias semanas hasta que vuelva como «gran 9 salvador del equipo». Sin fichajes, claro. Lo tienen muy claro pero tanto engaño, para seguir arrastrándose por 2ª,
parece muy burdo. ¡¡Pobres ilusos!! Que investiguen los pros por favor, que hay mucha tela que cortar en ese vestuario y cuerpo técnico, mucha tela, de verdad. Gracias por la verdad.