El Real Zaragoza ha anunciado que Juan Carlos Carcedo se hará cargo del primer equipo hasta el 2024. El club, que se estaba moviendo en el mercado para sustituir a Juan Ignacio Martínez, a quien se le comunicó ayer que no seguiría en el cargo, había realizado ya varias toma de contacto, entre ellas con Vicente Moreno. El ex del Espanyol declinó la oferta por que su intención es seguir ligado a un club de Primera y finalmente se ha decidido por un profesional sin más experiencia como primer entrenador que la vivida esta temporada en el Ibiza, donde fue destituido. Carcedo, que coincidió con Raúl Sanllehí en la etapa de ambos en el Arsenal, llega al conjunto aragonés con su equipo de trabajo, su segundo entrenador Sebastián Corona y por el preparador físico Sergio Domínguez.
Su gran aval profesional va estrechamente ligado a la figura de Unai Emery, con quien coincidió como jugador en el Leganés de 2002 a 2004. En el campo pero sobre todo fuera de él comenzaron a sintonizar en los conceptos del fútbol para un futuro oficio en los banquillos que les uniría a partir de 2006 y que duró nada menos que 14 años de tremendas experiencias a nivel nacional e internacional. El vasco le reclamó como segundo del Almería y compartieron esos papeles en el Valencia (2008-12), Spartak Moscú (2012), Sevilla (2013-16), PSG (2016-18) y Arsenal (2018-19). Tras una experiencia en Londres, donde ocuparon el vacío de Arsène Wenger, condujeron a los gunners a la final de la Europa League que perdieron con el Chelsea. En el mes de noviembre fueron despedidos y separaron sus destinos por primera vez.
Juan Carlos Carcedo atendió la llamada del exzaragocista Fernando Soriano y emprendió su primera aventura en solitario como primer entrenador en el Ibiza. El cuadro balear respondió como un tiro y logró subir por primera vez en su historia a Segunda siguiendo su metodología, arraigada en huir del azar y centrarse en controlar los pequeños detalles que deciden los encuentros. El técnico riojano, relevo de Pablo Alfaro, tuvo mucho que ver en ese hito. La sombra de Emery, su estratega de cámara y admirador de Arrigo Sacchi cuando coincidió con el italiano en el Atlético, se hizo luz. Trasladó al grupo una de sus premisas innegociables, que el jugador sea un obseso de este deporte, nada de medias tintas. «Me gusta un equipo intenso, que trabaje junto, que presione, que sea dinámico, que podamos tener la posesión del balón, siempre que el rival nos lo permita, y a partir de ahí atacar los espacios, ir directo a gol y crear las máximas ocasiones posibles». Esta fue su carta de presentación en la pretemporada. A sus 47 años acumula un pasado que pese a no recogerse en los focos informativos, brilla desde esa segunda línea tan difícil de distinguir de la primera en el profesionalismo este entrenador «tranquilo, sensato y con la cabeza muy bien amueblada», según cuentan sus amigos.
Con Emery, o el de Hondarribia con él, y después de tomar contacto un año antes con el fútbol desde fuera del campo en la UD Las Palmas para colaborar en el ascenso a Segunda B de los amarillos, subió con el Almería a Primera, con una plantilla donde figuraba Soriano, su actual director deportivo y valedor de que haya renovado hasta el 2023 con el club ibicenco. En el equipo de Mestalla, donde estuvo cuatro temporadas, logran tres clasificaciones seguidas como terceros, llegan a semifinales de Copa del Rey y Europa League, y salen en dirección al Spartak de Moscú, donde sólo permanecen nueve meses. Carcedo y Emery afrontan el desafío del Sevilla, que se traduce en la conquista de tres Europa League consecutivas. Esta impresionante tacada, sin precedentes en la competición, les abra las puertas del París Saint Germain. En Francia chocan con el Mónaco en la disputa de la Ligue 1 y ya con Mbappe y Neymar se hacen con el título pero no logran el objetivo marcado en rojo en el PSG: la Champions. El 6-1 del FC Barcelona en el Camp Nou después de haberse impuesto en la ida por 4-0 les deja fuera en octavos de final, y el Madrid les tumba en la misma ronda en el ejercicio siguiente.
De Parque de los Príncipes a Highbury para regresar a España. Primero al Ibiza, donde después de conseguir el ascenso a Segunda ha sido despedido por sorpresa durante este curso, y ahora, a sus 48 años, en su segundo reto al pie del cañón como máximo responsable, un Real Zaragoza que busca desmarcarse de su oscuro destino del pasado con la nueva propiedad y que persigue con Carcedo un cambio absoluto en el estilo y la identidad del equipo.
