El ejecutivo, según informa el diario As, cumplirá el año que le resta de contrato y diseñará la plantilla del próximo curso junto a Víctor Fernández
Juan Carlos Cordero seguirá en su puesto y cumplirá el año de contrato que tenía pendiente con el Real Zaragoza, según informa el diario As. Durante gran parte de la temporada, sobre todo a raíz de la mala gestión del mercado de invierno y de la herencia del pobre rendimiento que han ofrecido sus fichajes, el director deportivo ha estado muy cuestionado por el zaragocismo. La lucha por la permanencia hasta la penúltima jornada, fruto de ese descalabro deportivo con tres entrenadores de por medio, acentuó la posibilidad de que la propiedad optara por rescindir su vínculo laboral con el cartagenero. Sin embargo, el consejo de administración ha considerado oportuno mantenerle en su puesto para que confeccione la plantilla del próximo curso junto a Víctor Fernández, quien la semana entrante confirmará su continuidad en el banquillo del conjunto aragonés pese a que tiene firmado un año más con el Real Zaragoza.
La presión social y mediática, justificada en parte por los resultados y una temporada decepcionante de principio a fin con la salvedad de las cinco primeras jornadas, para que Cordero fuera destituido no ha surtido efecto. Su trabajo, elogiado en la ventana de verano por la celeridad de las operaciones y por contrataciones que en principio deberían de dar el rendimiento que figuraba en sus currículum, se fue desmoronando como un castillo de naipes. La primera crisis se llevó por delante a Escribá, y la segunda, a Julio Velázquez, una apuesta personal del director deportivo que tampoco cuajó. Entre ambos, recibió la recomendación de que se hiciera con los servicios de Víctor Fernández, quien ya había puesto su maquinaria en marcha para ofrecerse a través de terceros, pero Cordero y el propio directo general, Raúl Sanllehí, desecharon la alternativa del técnico aragonés. La incapacidad para adquirir jugadores ofensivos en enero, un déficit lacerante, acrecentó los problemas y el malestar de la masa social.
Con el equipo a siete puntos del descenso, Velázquez subió también al cadalso y la propiedad impuso a Víctor Fernández en contra de ambos dirigentes. La situación deportiva empeoró mientras el nuevo entrenador atizaba a Cordero en público, lo que supuso el primer desencuentro de forma unilateral y una tormenta de críticas desproporcionadas que señalaban a uno y liberaban al otro por su condición de mito. El deseo de Víctor de formar parte de la construcción de la plantilla una vez consumada la permanencia puso al ejecutivo en una situación aún más delicada. Sin embargo, la propiedad ha considerado que lo mejor para el club es que el director deportivo se mantengan en el proyecto de futuro, un escenario donde Víctor y Cordero están condenados a entenderse pese a sus antagónicas maneras de entender el fútbol. Otra cosa es lo que lo hagan mientras se despeja cuál es la verdadera intención del fondo de inversión, si relanzar al Real Zaragoza hacia metas más ambiciosas o dejarle, como hasta ahora, en la órbita de equipo satélite.
¡El comienzo de la gran revolución! Tremendo
Si no te fichan lo que necesitas, lo dejas y que llamen al siguiente. Se entenderán en buena lógica.